MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las señales de dolor pueden viajar tan rápido como las señales táctiles, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Linkping en Suecia, la Universidad de Liverpool John Moores, en el Reino Unido, y los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), en Estados Unidos, que se publica en la revista científica 'Science Advances'. El descubrimiento de un sistema rápido de señalización del dolor desafía la comprensión actual del mismo.
Hasta ahora se había creído que las señales nerviosas para el dolor siempre se conducen más lentamente que las del tacto. Éstas, que nos permiten determinar dónde nos están tocando, son conducidas por nervios que tienen una vaina grasa de mielina que aísla el nervio. Los nervios con una capa gruesa de mielina conducen señales más rápidamente que los nervios no mielinizados. En contraste, se ha pensado que la señalización del dolor en los seres humanos es considerablemente más lenta y se realiza por los nervios que tienen solo una capa delgada de mielina, o ninguna.
En los monos y muchos otros mamíferos, parte del sistema de señalización del dolor puede conducir las señales nerviosas tan rápido como el sistema que señala el contacto. Los científicos especularon si tal sistema también está presente en los humanos.
"La capacidad de sentir dolor es vital para nuestra supervivencia, por lo tanto, ¿por qué nuestro sistema de señalización del dolor debería ser mucho más lento que el sistema utilizado para el tacto y mucho más lento de lo que podría ser?", se pregunta Saad Nagi, ingeniero de investigación principal del Departamento de Medicina Clínica y Experimental y el Centro de Neurociencia Social y Afectiva (CSAN) de la Universidad de Linkping.
Para responder a esto, los científicos utilizaron una técnica que les permitió detectar las señales en las fibras nerviosas de una sola célula nerviosa. Examinaron a 100 voluntarios sanos y buscaron células nerviosas que transmitieran señales tan rápidamente como las células nerviosas que detectan el contacto, pero que tenían las propiedades de los receptores del dolor, también conocidos como nociceptores.
Los receptores del dolor se caracterizan por la capacidad de detectar estímulos nocivos, como pellizcos y abrasiones de la piel, mientras que no reaccionan al tacto ligero. Los investigadores encontraron que el 12 por ciento de las células nerviosas espinadamente mielinizadas tenían las mismas propiedades que los receptores del dolor, y en estas células nerviosas la velocidad de conducción era tan alta como en las sensibles al tacto.
El siguiente paso de la investigación de los científicos fue determinar la función de estos receptores de dolor ultrarrápidos. Al aplicar pulsos eléctricos cortos a través de los electrodos de medición, podrían estimular las células nerviosas individuales. Los voluntarios describieron que experimentaron un dolor agudo o punzante.
"Cuando activamos una célula nerviosa individual, causaba una percepción de dolor, por lo que llegamos a la conclusión de que estas células nerviosas están conectadas a centros de dolor en el cerebro", dice Saad Nagi.
El equipo también investigó pacientes con diversas enfermedades neurológicas raras. Un grupo de personas adultas que sufrieron daños en los nervios que destruyeron las fibras nerviosas mielinizadas mientras que las fibras pequeñas se salvaron, no pueden detectar el tacto ligero.
Los científicos predijeron que la pérdida de las fibras nerviosas mielinizadas también debería afectar al sistema de dolor de conducción rápida que habían identificado. Resultó que estas personas tenían una capacidad reducida para experimentar dolor mecánico. El examen de pacientes con otras dos enfermedades neurológicas raras dio resultados similares. Estos resultados pueden ser muy importantes para la investigación del dolor y para el diagnóstico y la atención de los pacientes.
"Se está haciendo evidente que las fibras nerviosas espinamente mielinizadas contribuyen a la experiencia del dolor cuando tiene una causa mecánica. Nuestros resultados cuestionan la descripción del libro de texto de un sistema rápido para la señalización táctil y un sistema más lento para la señalización del dolor. Sugerimos que el dolor se puede señalar tan rápido como el tacto", concluye Saad Nagi.