MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Una señal celular clave proporciona un equilibrio vital entre la capacidad del cuerpo para destruir los microbios invasores y su necesidad de prevenir la enfermedad autoinmune, en la cual las células inmunitarias atacan los propios tejidos del cuerpo. Así concluye un estudio dirigido por investigadores del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, que se detalla en un artículo publicado este martes en la revista 'Immunity'.
Específicamente, el estudio en ratones y pacientes humanos encontró que un cierto tipo de señal basada en el calcio regula la producción de dos tipos de células inmunes: las células auxiliares T foliculares que impulsan una reacción masiva del cuerpo a los organismos invasores; y las células reguladoras T foliculares, que disminuyen la reacción en cuanto la infección ha terminado. Las células inmunes producen sustancias químicas que matan microbios y causan inflamación, que puede destruir tejidos a niveles demasiado altos.
"Hemos encontrado que las señales de calcio juegan un papel vital en el delicado equilibrio de mantenimiento del sistema inmunológico, disminuyendo gradualmente las respuestas de arriba a abajo en el momento adecuado --dice el autor Stefan Feske, profesor asociado de Patología en la Universidad de Nueva York--. Entre las aplicaciones futuras de nuestros hallazgos pueden estar afinar las señales de calcio para mejorar la respuesta inmune a las vacunas de la gripe para las personas mayores o el diseño de nuevas opciones para los pacientes con enfermedades inflamatorias crónicas y autoinmunes".
"Nuestros resultados también son oportunos porque el campo está estudiando si una clase de medicamentos llamados inhibidores de los canales de calcio CRAC pueden ser útiles en el tratamiento de enfermedades autoinmunes e inflamatorias --añade Feske--. Los investigadores tendrán que sopesar cuidadosamente los potenciales beneficios contra la posibilidad de que estos fármacos interfieran con nuestra capacidad para combatir infecciones".
Los resultados del estudio giran en torno al hecho de que cada célula humana bombea partículas cargadas similar al calcio dentro y fuera a través de los canales, formando desequilibrios a lo largo de las membranas celulares. Al recibir la señal correcta, las células abren los canales, lo que permite a las partículas ir y volver rápidamente bajo la fuerza eléctrica, con el flujo de carga actuando como un interruptor eléctrico que se activa en los procesos celulares.
En el estudio actual, el equipo de investigación detectó que un tipo de entrada de calcio -SOCE_ eleva y disminuye la respuesta inmune controlando la "decisión" de que las células inmunes se conviertan en células auxiliares T foliculares o reguladoras T foliculares. SOCE gobierna el linaje de células foliculares T mediante la interacción con factores de transcripción como NFAT, IRF4 y BATF, proteínas que se unen a la cadena de ADN y se convierten en conjuntos de genes, según los autores.
El equipo de investigación también ha demostrado cómo este tipo de entrada de calcio, a través de su regulación de las células T foliculares, controla la formación y descomposición de los centros germinales. Dentro de este tipo de centros, los caballos de batalla del sistema inmunitario -las células T y B_producen en masa un gran número de ligeramente diferentes anticuerpos, proteínas inmunes que envuelven el microbio y lo eliminan del sistema.
MAYOR DESEQUILIBRIO CELULAR CON EL ENVEJECIMIENTO
A pesar de la vital importancia para la efectividad de las respuestas inmunitarias, las células foliculares auxiliares T pueden también inapropiadamente ayudar a las células B a producir "auto"-anticuerpos que reconocen las propias células del cuerpo como extrañas y las atacan. Este se produce en los riñones de los pacientes con lupus y las articulaciones de pacientes con artritis reumatoide.
Este estudio encontró que SOCE equilibra el sistema inmune, produciendo anticuerpos e inhibiendo los auto-anticuerpos según sea necesario. La investigación determinó que la entrada de calcio en las células T pasa a través de canales llamados canales activados por liberación de calcio (CRAC) y que tal señalización estaba regulada por proteínas llamadas STIM1 y STIM2.
El nuevo estudio encontró que los ratones modificados genéticamente para carecer de genes de estas proteínas son mucho menos capaces de montar las respuestas de anticuerpos a la infección viral. Sin señalización de calcio normal, los roedores no podían formar centros germinales normales y murieron prematuramente. Al mismo tiempo, se vio que los ratones envejecidos eran más susceptibles a desarrollar la enfermedad autoinmune debido a un desequilibrio creciente entre las células auxiliares T foliculares y las reguladoras.
"La función de SOCE a través de los canales CRAC es doble: regula la programación de la transcripción de las células T reguladoras para prevenir que los auto-anticuerpos se centren en proteínas propias del cuerpo entre las infecciones", dice el primer autor Martin Vaeth, profesor de Posdoctorado en el laboratorio de Feske. "SOCE es también esencial para la maduración de las células T auxiliares y la producción de anticuerpos foliculares en respuesta a la invasión de los virus", añade.
Junto con los resultados del ratón, el equipo se centró en la experiencia de pacientes humanos con una enfermedad rara (30 pacientes en todo el mundo) llamada CRAC-canalopatía, que es causada por mutaciones genéticas en el canal CRAC. Estos pacientes son extremadamente susceptibles a infecciones tempranas en la vida y la autoinmunidad también. Entre los objetivos de los esfuerzos de investigación está ayudar a estos pacientes, junto con todos aquellos que sufren de enfermedades más comunes, relacionadas con la inmunidad.