MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los fármacos GLP-1, como la semaglutida, se utilizan ampliamente para tratar la diabetes tipo 2 y la obesidad. Lo hacen imitando la acción del GLP-1, una hormona que ayuda al cuerpo a producir más insulina cuando es necesario, ralentiza la digestión, reduce el apetito y aumenta la sensación de saciedad.
Muchos tejidos alrededor del cuerpo tienen receptores GLP-1 (proteínas que responden a la hormona) e investigaciones recientes han sugerido que los medicamentos también tienen efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
Por ejemplo, algunos estudios han indicado que reducen el riesgo de retinopatía diabética, la principal causa de ceguera en adultos en edad laboral. Más del 90% de las personas con diabetes tipo 1 y entre el 50 y el 60% de las personas con diabetes tipo 2 desarrollan esta afección, en la que los niveles altos de azúcar en sangre dañan los vasos sanguíneos del tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo.
PROTECCIÓN DE LA RETINA: UN NUEVO HALLAZGO
Los fármacos agonistas del receptor GLP-1 protegen contra la retinopatía diabética, una complicación común de la diabetes que puede llevar a la pérdida de la visión, sugiere una nueva investigación de la Universidad Nacional y Kapodistria de Grecia. Los hallazgos se presentan en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) en Viena, Austria (15-19 de septiembre) y se publican en la revista 'Pharmaceutics'.
"La retinopatía diabética representa un importante desafío para la salud pública", asegura Ioanna Anastasiou, de la Universidad Nacional y Kapodistria de Atenas, quien dirigió la investigación. "A nivel mundial, se proyecta que más de 191 millones de personas la padecerán para 2030, y alrededor de 56 millones experimentarán etapas de la enfermedad que amenazan la visión. Estas estadísticas subrayan la necesidad crítica de una detección eficaz, una detección temprana y, fundamentalmente, tratamientos más efectivos".
Se cree que gran parte del daño a la retina se debe a los radicales libres, moléculas que pueden dañar las células y que se producen en mayor cantidad cuando la glucemia es alta. La teoría es que los fármacos GLP-1 protegen la retina al aumentar los niveles de antioxidantes, compuestos que neutralizan los radicales libres. Sin embargo, otros estudios han sugerido que los fármacos GLP-1 aumentan el riesgo de retinopatía diabética o la exacerban en quienes ya la padecen.
Para aportar algo de claridad, el doctor Anastasiou y sus colaboradores llevaron a cabo un estudio detallado del efecto de los fármacos GLP-1 sobre las células de la retina en enfermedades similares a la diabetes.
Así, para el estudio de laboratorio, se trataron células endoteliales de la retina humana con diversas concentraciones de semaglutida. Las células se mantuvieron en un medio con altos niveles de glucosa y estrés oxidativo (en el que hay más radicales libres que antioxidantes) durante 24 horas.
Posteriormente, se les sometió a una serie de pruebas. Los resultados mostraron que las células tratadas con semaglutida tenían hasta el doble de probabilidades de seguir vivas que las células no tratadas. Además, presentaban mayores reservas de energía.
Tres marcadores de estrés oxidativo en la retinopatía diabética fueron notablemente más bajos en las células tratadas: los niveles de apoptosis (una forma de muerte celular) disminuyeron de aproximadamente el 50% en las células no tratadas a alrededor del 10% en las células tratadas con semaglutida; la producción de superóxido mitocondrial (un radical libre) disminuyó de aproximadamente el 90% a alrededor del 10%; y la acumulación de compuestos dañinos llamados productos finales de glicación avanzada también disminuyó sustancialmente.
PERSPECTIVAS Y PRÓXIMOS PASOS
Análisis posteriores mostraron que los genes implicados en la producción de antioxidantes estaban sobreexpresados, o eran más activos, en las células tratadas, en comparación con las no tratadas. Este resultado, y la mayor supervivencia, indican que la semaglutida reparaba el daño celular, revela Anastasiou.
De esta forma, considerados en conjunto, los resultados indican que los agonistas del receptor GLP-1 mejoran las defensas de las células de la retina contra los daños en enfermedades similares a la diabetes. "En experimentos en el laboratorio, los agonistas del receptor GLP-1 ejercieron poderosos efectos antioxidantes que protegieron a las células de la retina contra el tipo de daño que puede ocurrir en la diabetes", señalan.
"Nuestro estudio no encontró que estos medicamentos dañaran las células de la retina de ninguna manera; en cambio, sugiere que los agonistas del receptor GLP1 protegen contra la retinopatía diabética, particularmente en las primeras etapas", concluye Anastasiou. Ahora se necesitan ensayos clínicos para confirmar estos efectos protectores en los pacientes y explorar si los agonistas del receptor GLP-1 pueden retardar, o incluso detener, la progresión de esta afección que afecta la visión.