La secuenciación del genoma de la ballena de Groenlandia puede revelar la clave de una vida larga y saludable

Secuenciación genómica, genoma, ADN
Foto: CNAG
Actualizado: miércoles, 7 enero 2015 10:33

MADRID, 7 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Una ballena que puede vivir más de 200 años con poca evidencia de enfermedad relacionada con la edad puede proporcionar ideas sobre cómo vivir una vida larga y saludable. En la edición de este martes de la revista 'Cell', investigadores presentan el genoma completo de la ballena de Groenlandia o ballena boreal e identifican sus principales diferencias en comparación con otros mamíferos. Las alteraciones en los genes de esta ballena relacionados con la división celular, la reparación del ADN, el cáncer y el envejecimiento pueden haber ayudado a aumentar su longevidad y resistencia al cáncer.

   "Nuestra comprensión de las diferencias de las especies en la longevidad es muy pobre, por lo que nuestros resultados proporcionan nuevos genes candidatos para futuros estudios", afirma el autor principal, el doctor João Pedro de Magalhães, de la Universidad de Liverpool, en Reino Unido. "Mi punto de vista es que las especies desarrollaron diferentes 'trucos' para tener una vida útil más larga y al descubrir los 'trucos' empleados por la ballena de Groenlandia podemos intentar aplicar esos resultados a los seres humanos con el fin de luchar contra las enfermedades relacionadas con la edad", adelanta.

   Además, las grandes ballenas, con más de mil veces más células que los seres humanos, no parecen tener un mayor riesgo de cáncer, lo que sugiere la existencia de mecanismos naturales que pueden suprimir el cáncer de manera más efectiva que en otros animales. Magalhães y su equipo intentarán ahora criar ratones que expresen varios genes de esta ballena con la esperanza de determinar la importancia de los diferentes genes de la longevidad y la resistencia a las enfermedades.

   También señalan que debido a que el genoma de la ballena de Groenlandia es el primero entre las grandes ballenas en ser secuenciado, la nueva información puede ayudar a revelar adaptaciones fisiológicas relacionadas con el tamaño. Por ejemplo, las células de las ballenas tienen una tasa metabólica muy inferior a la de los mamíferos más pequeños y los investigadores encontraron cambios en un gen específico que participa en la termorregulación (UCP1) que puede estar relacionado con diferencias metabólicas en las células de las ballenas.

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