MADRID 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las secuelas de la enfermedad dependen del grado de afectación de los órganos y la toxicidad de los tratamientos, según ha informado el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), Juan González Armengol, con motivo de una jornada celebrada en la Universidad Europea.
Según ha explicado, aunque nunca ha habido tantas personas afectadas, los brotes de ébola ocurren como consecuencia de la manipulación de una especie de murciélagos, los cuales actúan como reservorio natural del virus. En este sentido, el experto ha informado de que para ayudar en el foco de origen del brote del virus es necesario mejorar las condiciones socio-sanitarias de los países afectados.
"Para frenar cualquier epidemia es fundamental realizar un diagnóstico precoz de los afectados para poner en marcha las medidas de aislamiento y prevención que impidan que continúe la propagación, asistir a los enfermos y garantizar los servicios básicos", ha apuntado el coordinador del Grupo de Infecciones de SEMES, Juan González del Castillo.
Dicho esto, el experto ha recordado que la capacidad de transmisión del virus ébola es "muy baja", ya que "únicamente" se puede contagiar a través de un contacto estrecho con los fluidos de un paciente infectado, y ha insistido en que un paciente sin síntomas no puede trasmitir la infección".
LOS ENFERMEROS, PROFESIONALES CLAVE EN LA ATENCIÓN DEL PACIENTE
Por otra parte, los especialistas han comentado que los enfermeros adquieren, durante su formación, conocimientos y habilidades enfocados al trabajo que realizarán en las unidades y servicios relacionados directa o indirectamente con la detección y tratamiento de pacientes con sospecha de padecer EVE.
"La existencia de programas de postgrado que aborden este tipo de patologías cubriría las necesidades individuales de formación y especialización para determinados puestos de trabajo", ha apostillado el responsable de Desarrollo de Negocios de Enfermería de la Universidad Europea, Francisco José Duque.
Y es que, los enfermeros juegan un "rol fundamental" en la atención de los pacientes con ébola, debido a la frecuencia e intensidad del contacto con el paciente a la hora de proporcionarle cuidados, incluyendo técnicas y procedimientos de alto riesgo a nivel de contagio por la exposición y manejo de fluidos.
"Los profesionales de Enfermería conocen y aplican los principios de asepsia, prevención y autoprotección en esta y en cualquier otra situación parecida. La formación continua y el entrenamiento para este tipo de patologías serían útiles para mantener y, si fuera necesario, actualizar estos procedimientos no habituales", ha zanjado Duque.