MADRID 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
El sector biotecnológico invirtió en 2018 cerca de 770 millones de euros en I+D en España, de los que el 71% correspondió a empresas biotecnológicas. De este modo, las empresas biotech se situaron en 2018 en primera posición como el sector industrial que más invierte en I+D, por primera vez por delante del sector farmacéutico.
Así se desprende del Informe Anual de Biotecnología, presentado este miércoles por la Asociación Española de Bioempresas (AseBio), en un evento que ha contado con la presencia del ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque; y, a través de entrevista, del fundador del MIT Media Lab, Nicholas Negroponte; y del ex-comisario Europeo de Ciencia, Investigación e Innovación, Carlos Moedas.
Según el informe, la inversión en I+D de las empresas biotecnológicas alcanzó un crecimiento anual del 13% en 2018, situándose entre los cinco sectores que más crecen en inversión en I+D. El 43% de la inversión de las empresas biotech se dirigió a la retribución del personal en actividades de I+D en 2018.
Asimismo, durante 2018 se ha recuperado ligeramente el número de empresas que realizan actividades biotecnológicas, con 2.969 compañías en total, de las que 751 son biotech. Más del 47% de las biotech actúan en el ámbito de la salud humana, seguidas por las aplicaciones destinadas a la alimentación, donde se sitúan un 38% de dichas empresas. Además, el 65% son micropymes, con menos de 10 trabajadores. Cataluña, Madrid, Andalucía y País Vasco concentran el mayor número de empresas.
En cuanto a producción de conocimiento científico, el documento dice que la biotecnología española representa el 2,8% de la producción mundial y se cita un 30% más que la media mundial en el área. De hecho, destaca que España es la novena potencia en producción científica en biotecnología y el país con el porcentaje más alto de artículos científicos en revistas de alto impacto, con el 83,3%.
Igualmente, el informe subraya que las empresas del sector biotecnológico tienen vocación internacional, pues en la actualidad 35 empresas asociadas a AseBio están presentes en 43 mercados de los cinco continentes.
Y la biotecnología también apuesta por la colaboración, pues el 68% de las alianzas se hace con entidades internacionales. Además, en 74 de las 155 alianzas localizadas, participó una entidad del entorno público y en cuanto al objetivo de la colaboración, en 85 de estas alianzas fueron para llevar a cabo actividades de I+D.
El documento recoge que también ha crecido el impacto económico del sector en el PIB. Así, las empresas biotech facturaron una producción total del 0,8% del PIB, generando un impacto de más de 8.200 millones de renta, en torno al 0,7% del total nacional. Asimismo, las biotech aportaron un 0,3% del PIB en la recaudación fiscal y contribuyeron con 105.000 empleos, el 0,6% del total del empleo nacional.
Y destaca que las actividades biotecnológicas se situaron a la cabeza del crecimiento de la producción en 2018 entre el conjunto de actividades de la economía, con un 10,1% de crecimiento, y la productividad y salario por empleado de las biotech fue tres veces superior al del conjunto de la economía.
UN SECTOR FEMENINO
AseBio sostiene también en su informe que la biotecnología es un sector intensivo en contratación de investigadores y con una alta participación de mujeres. De hecho, destaca que el sector atrae cada vez más talento joven.
Así, el número de matriculados en estudios universitarios en biotecnología entre los años 2015 a 2019 se ha ido incrementando año a año hasta situarse en el último periodo académico en casi 7.000 alumnos, con un 60% de mujeres.
Además, indica que el sector biotecnológico es intensivo en contratación de investigadores, por encima de la media española. Debido a ello, las empresas biotech se sitúan en segunda posición en cuanto al porcentaje de investigadores sobre el total de empleados en su sector.
En cuanto a la participación de la mujer en el sector, casi el 60% de los empleados en actividades de I+D de las empresas biotecnológicas son mujeres, cifra superada únicamente por las actividades sanitarias y de servicios sociales y la farmacia.