MADRID 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha insistido en la importancia de diferenciar los síntomas de la alergia y del resfriado, ya que en la mayoría de los casos se pueden confundir, de tal manera que el tratamiento resulta ineficaz.
"Ambas afecciones son similares en cuanto a sintomatología y por ello es muy fácil confundir un estornudo de alergia con un resfriado común propio de esta época del año", ha explicado el doctor Francisco Feo, coordinador del Comité de Aerobiología de la SEAIC.
Los catarros duran entre 5 y 7 días y se asocian a congestión nasal y secreción densa. Suelen venir acompañados de fiebre, malestar general o dolor de garganta.
Por otro lado, la sintomatología de la alergia se concreta en picor de ojos y nariz, enrojecimiento ocular y secreción nasal clara. Además, dura varias semanas y los síntomas varían en intensidad, dependiendo de la exposición alergénica.
El tratamiento es muy diferente entre ambos procesos. En el caso del catarro, se debe guardar reposos, beber líquidos y tomar paracetamol. Por el contrario, la alergia se trata con antihistamínicos, broncodilatadores y corticoides tópicos o inhalados y con inmunoterapia, como tratamiento preventivo y curativo.
"Muchos son los que se medican para acabar con el resfriado, pero realmente lo que tienen es una alergia, pues aunque no lo creamos en invierno también hay muchos tipos de alergias que deben detectarse y tratarse", ha asegurado el doctor Feo.
LA 'ALTERNARIA' PROVOCA "MÁS CASOS DE ASMA QUE EL POLEN"
La polinización de gramíneas y olivo, que afecta al 70 por ciento de los alérgicos de España, desaparece en otoño, pero aparece un hongo atmosférico llamado 'alternaria' que, según el experto, "provoca más casos de asma que el polen primaveral".
Este hongo habita en hojas caídas, plantas y material orgánico en descomposición y sus esporas flotan en el aire, favorecidas por la humedad y las temperaturas suaves. Sin embargo, también lo podemos encontrar dentro de las viviendas, en la cocina, los cuartos de baño, los marcos de las ventanas o las manchas de humedad en las paredes.
La 'alternaria' provoca cuadros de rinoconjuntivitis alérgica y asma bronquial. Por otro lado, las concentraciones reactivas del hongo se prolongan durante más tiempo, por lo que la evolución de los síntomas resulta más intensa y persistente.
"El asma provocado por 'alternaria' muestra una peor evolución que el provocado por los pólenes, con mayor riesgo de descompensación clínica y asistencias a urgencias", ha señalado el experto.
La vacunación es la fórmula más eficaz de combatir las alergias otoñales y a los hongos atmosféricos, como la 'alternaria'. No obstante, existen diferencias entre las vacunas para alergias primaverales y las de ácaros y hongos en otoño e invierno. Las primeras tienen un carácter pre-estacional (se ponen antes de que lleguen los meses de más picos), mientras que las segundas pueden aplicarse, generalmente, en cualquier momento.
"La vacuna o inmunoterapia con 'alternaria' debe comenzarse en cuanto se establece el diagnóstico alérgico. Es el único tratamiento que modifica el curso de la enfermedad alérgica. La vacuna permite mejorar la tolerancia con el alérgeno responsable de la respuesta alérgica, y además evita la sensibilización frente a otros alérgenos", ha insistido el doctor Ignacio Antepara, jefe del Servicio de Alergia del Hospital de Basurto en Bilbao.
ALÉRGICOS A LOS ÁCAROS EN LAS ZONAS COSTERAS
La mayoría de los pacientes alérgicos en las zonas costeras lo son por ser alérgicos a los ácaros y desarrollan, principalmente, asma y rinoconjuntivis. Los ácaros son inofensivos, pero sus residuos fecales tienen un gran poder alergénico.
Se encuentran en colchones, almohadas, tapices, mantas, edredones, sillones, librerías, en el pelo de los animales, de los niños, etc.
"Al igual que en primavera, los afectados mejoran si se van a la costa, porque hay menos carga ambiental de polen; en otoño e invierno, que es cuando sacamos más ropa de abrigo, mantas, alfombras, etc. los pacientes de la costa alérgicos a los ácaros mejoran si se van al interior y a la sierra, donde prácticamente no hay ácaros a partir de 1000 metros de altitud, ya que necesitan humedad para vivir", ha concluido el doctor Antepara.