Conservar y cocinar los alimentos evita la mayoría de intoxicaciones
MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), dependiente del Ministerio de Sanidad y Política Social, ha lanzado hoy una lista de "consejos útiles" para evitar las intoxicaciones por salmonella y anisakis en verano, una época en la que las altas temperaturas pueden elevar el riesgo de sufrir estos problemas.
La salmonella causa más del 70 por ciento de los brotes de enfermedades de origen alimentario, a pesar de que el uso de huevo crudo en mayonesas está prohibida en restaurantes desde 1991.
Para evitarla, Sanidad recomienda utilizar sólo huevos convenientemente envasados y etiquetados. "Actualmente, es voluntario que la fecha de puesta de los huevos aparezca en la propia cáscara, pero sin duda constituye una buena garantía. Cuanto más reciente sea esta fecha menos tiempo tendrían para multiplicarse los microorganismos", en caso de existir, puntualizaron desde Sanidad.
También recomiendan conservar los huevos en el frigorífico y no guardar restos de salsas. "Si se prepara más cantidad del plato de la que se va a consumir de inmediato, la AESAN recomienda aderezar con la salsa sólo la parte que se va a comer a continuación y reservar el resto sin salsa. Es el caso de la ensaladilla rusa", puntualizaron.
Antes de utilizar el huevo, conviene "lavar la cáscara con agua y detergente y secar bien, antes de cascar" y tener cuidado "para que no caigan trozos o restos de cáscara ni en la clara ni en la yema". "Es necesario añadir a la salsa vinagre o limón para acidificarla y así inactivar posibles gérmenes", añadieron.
Para evitar el anisakis, a pesar de que los restaurantes están obligados por ley a congelar el pescado que se va a servir crudo (tipo sushi), marinado (boquerones en vinagre) o poco cocinado y a informar de este hecho a sus clientes, conviene comprar el pescado limpio y sin vísceras, cocinarlo para eliminar el parásito y congelarlo antes, si se va a comer crudo o semicrudo.
En este sentido, recuerdan que no causan la enfermedad, aunque se consuman crudos y sin congelación previa, los moluscos bivalvos, como ostras, mejillones o almejas; los pescados de ríos, lagos o piscifactorías, como truchas o carpas; las semiconservas, como las anchoas, y los pescados desecados salados, como bacalao o mojamas.
LIMPIOS, COCINADOS Y BIEN CONSERVADOS
En concreto, las recomendaciones son mantener la limpieza, lavándose las manos antes de preparar alimentos y después de ir al baño; lavando "cuidadosamente" todas las superficies y el menaje usado en la preparación de la comida y protegiendo los alimentos de insectos y mascotas, guardándolos en recipientes cerrados.
Asimismo, la AESAN recomienda separar alimentos crudos y cocinados "para evitar la contaminación cruzada" y no usar los mismos utensilios para manipular o cortar alimentos crudos y cocinados, además de conservar los dos tipos de alimentos separados.
Recomiendan cocinar los alimentos "completamente", evitando que queden crudos por dentro, especialmente la carne, el pollo, los huevos y el pescado. Aconsejan también que las sopas y guisos "alcancen la temperatura de ebullición" y "recalentar bien la comida cocinada", ya que los microorganismos mueren a más de 70 grados.
Además, piden almacenar en el frigorífico lo antes posible tanto los alimentos cocinados como los perecederos. "Los alimentos para niños deben de ser consumidos inmediatamente. No descongelar a temperatura ambiente, sino en la parte baja de la nevera", acotaron.