MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio liderado por Karen Echeverri, profesora asistente en el Departamento de Genética, Biología Celular y Desarrollo en la Universidad de Minnesota ha analizado por qué animales como la salamandra mexicana, que está en peligro de extención y también es conocida como alojote, puede regenerar su médula espinal mientras que los humanos, en su lugar, formamos tejido cicatricial.
"Los humanos tienen una capacidad de regeneración muy limitada, mientras que otras especies como las salamandras tienen la notable capacidad de regenerar funcionalmente extremidades, tejido cardíaco e incluso la médula espinal después de una lesión", ha explicado Echeverri, quien ha añadido que este tipo de animales "comparte muchos genes con los humanos".
Cuando un ajolote sufre una lesión de la médula espinal, las células cercanas llamadas gliales se activan rápidamente y se reposicionan para reconstruir las conexiones entre los nervios y reconectar la médula espinal lesionada. Por el contrario, cuando un ser humano sufre una lesión de la médula espinal, las células gliales forman tejido cicatricial, lo que impide que los nervios se vuelvan a conectar entre sí.
El equipo de Echeverri ha rastreado los mecanismos moleculares en cada caso. Así, han descubierto que una proteína particular llamada c-Fos resulta esencial para los procesos que los ajolotes usan para reparar los nervios lesionados. Los humanos también tenemos c-Fos, pero en nuestro caso esta proteína funciona junto con otras, que causan que las células experimenten gliosis reactiva, lo que lleva a la formación de cicatrices. En ajolotes, sin embargo, este circuito molecular está cuidadosamente regulado para dirigir las células gliales hacia una respuesta regenerativa.
"Nuestro enfoque nos permite identificar no solo los mecanismos necesarios para impulsar la regeneración de las salamandras, sino también la diferencia con los humanos", ha detallado Echeverri, quien añade que el estudio también tiene implicaciones para otros tipos de lesiones, como la cicatrización de heridas sin cicatrices o, incluso, la regeneración de las extremidades.