MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Campus Médico Anschutz de la Universidad de Colorado (Estados Unidos) han demostrado que la luz intensa estimula un gen específico que refuerza los vasos sanguíneos y ofrece protección contra los ataques cardíacos.
"Ya sabíamos que la luz intensa puede proteger contra los ataques cardiacos, pero ahora hemos encontrado el mecanismo detrás de este fenómeno", explica Tobias Eckle, autor principal del estudio, que se ha publicado en la revista 'Cell Reports'.
Los científicos descubrieron que alojar a los ratones bajo condiciones de luz intensa durante una semana mejora la protección cardiaca, lo que resultó en una gran reducción del daño al tejido cardiaco después de un ataque. También encontraron que los humanos podrían beneficiarse potencialmente de una estrategia de exposición a la luz similar.
Para explicar por qué, desarrollaron una estrategia para proteger el corazón usando luz intensa para dirigir y manipular la función del gen PER2, que se expresa en un patrón circadiano en la parte del cerebro que controla los ritmos circadianos. Al amplificar este gen a través de la luz, descubrieron que protegía los tejidos cardiovasculares contra condiciones de bajo nivel de oxígeno como la isquemia miocárdica, causada por la reducción del flujo de oxígeno al corazón.
También descubrieron que la luz aumentaba la adenosina cardíaca, una sustancia química que desempeña un papel en la regulación del flujo sanguíneo. Los ratones que eran ciegos, sin embargo, no gozaban de protección cardiaca, lo que indicaba la necesidad de percepción visual de la luz.
Después, investigaron si la luz intensa tenía efectos similares en voluntarios humanos sanos. Los sujetos fueron expuestos a 30 minutos de luz intensa medida en lúmenes. En este caso, los voluntarios estuvieron expuestos a 10.000 lúmenes en cinco días consecutivos. Los investigadores también hicieron análisis de sangre en serie.
La terapia de luz aumentó los niveles de PER2 como lo hizo en ratones. Los triglicéridos plasmáticos, un sustituto de la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de los carbohidratos, disminuyeron significativamente. En general, la terapia mejoró el metabolismo.
Los investigadores explican que la luz desempeña un papel fundamental en la salud cardiovascular y en la regulación de los procesos biológicos. Estudios anteriores han mostrado un aumento en los infartos de miocardio durante los meses más oscuros del invierno en todos los estados de Estados Unidos, incluso en lugares más soleados como Arizona, Hawaii y California. "La duración de la luz no es tan importante como la intensidad", asegura Eckle.