MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
Físicos de Israel han arrojado luz sobre las complejas dinámicas que sustentan un tratorno misterioso de la lengua que ha desconcertado a la comunidad médica durante décadas. Conocida como "lengua geográfica" (GT, por sus siglas en inglés), esta alteración afecta a alrededor de un 2 por ciento de la población y se caracteriza por la evolución de manchas rojas en la superficie de la lengua que, como su nombre indica, puede parecerse a las formas de un mapa.
Las manchas rojas aparecen por la pérdida de uno de los cuatro tipos de pequeñas protuberancias parecidas a pelos, llamadas papilas, que cubren la superficie de la lengua, pero, a pesar de la extensa investigación, la causa exacta de la GT sigue sin conocerse. En su estudio publicado este miércoles en 'Journal of Physics', los expertos realizaron una serie de simulaciones numéricas para examinar de cerca y visualizar el desarrollo de la enfermedad e idearon una nueva forma de identificar la gravedad de los casos individuales.
Se espera que el trabajo lleve a una evaluación práctica que los médicos puedan utilizar para diagnosticar GT, así como inspirar nuevas investigaciones para encontrar en última instancia lo que causa la enfermedad. Los científicos, del Instituto de Ciencia Weizmann en Israel, abordaron el problema de GT como si se tratara de un "medio excitable", un sistema mediante el cual una onda de algún tipo puede pasar al otro lado pero que no puede soportar el paso de otra onda hasta que haya pasado una cierta cantidad de tiempo.
Un incendio forestal es un ejemplo clásico de un "medio excitable", puesto que un fuego puede propagarse a través de un bosque, pero no puede volver a producirse en un lugar quemado hasta que la vegetación haya vuelto a crecer con el tiempo. Los autores de este trabajo mostraron que la GT puede propagarse a través de la lengua de dos formas diferentes, cada una de las cuales tiene características distintivas que podrían emplearse para diagnosticar la gravedad de cada caso.
Estos investigadores descubrieron que la enfermedad, que por lo general comienza como pequeñas manchas en la lengua, se puede ir ampliando gradualmente en patrones circulares hasta que toda la lengua se ve afectada. Así, una vez que la patología afecta a toda la lengua, ésta luego se cura.
Por otra parte, el trastorno puede desarrollarse a través de la formación de patrones en espiral. Simulaciones de los investigadores mostraron que estas espirales evolucionan en regiones de la lengua que todavía se están recuperando, haciendo que esa región en particular se pueda alterar de nuevo.
El autor principal del estudio, el doctor Gabriel Seiden, actualmente en el Instituto Max Planck para la Física de Sistemas Complejos, señala: "Aunque la propagación de pequeñas lesiones circulares se produce en toda la lengua, que se ve gradualmente afectada y curada, la propagación de patrones en espiral implica una continua excitación autosostenible de las regiones en recuperación, lo que implica un trastorno más agudo que perdurará durante un periodo relativamente largo de tiempo".
"Esperamos que estos resultados puedan ser utilizados por los médicos de manera práctica para evaluar la gravedad de la afección con base en los patrones característicos observados", agrega. Igual que el desarrollo de los incendios forestales puede verse fuertemente alterado por las condiciones externas, como la fuerza del viento, los autores señalan que las condiciones que rodean a la lengua también pueden tener importantes consecuencias sobre la dinámica de la GT.
En su estudio, relatan cómo siguieron la evolución de la GT en un niño de 1 año de edad que desarrolló las lesiones características en múltiples ocasiones a lo largo del borde de la lengua adyacente a los dientes en crecimiento, lo que implica que el continuo roce de la lengua contra la encía puede desencadenar la enfermedad.
"En el futuro, tenemos la intención de colaborar con los médicos y dentistas que tratan a pacientes con GT para obtener valiosos --y, a menudo escasos-- datos empíricos sobre la evolución dinámica de la enfermedad", continúa el doctor Seiden. "Esto permitirá realizar exploraciones más cuantitativas de la GT y, eventualmente, puede conducir a una comprensión más firme de qué causa la enfermedad", concluye.