MADRID 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) aseguran que la dislexia que sufren muchos niños, y les crea dificultades en la lectura, puede estar relacionada con una dificultad mayor para detectar los patrones rítmicos de música.
Según explican los autores de este hallazgo, Martina Huss y Usha Goswami, en un artículo en la revista 'Cortex', en la investigación encargaron a un grupo de niños de 10 años, con y sin dislexia, la tarea de escuchar una serie de canciones cortas basadas en simples estructuras métricas que, en ocasiones, apenas variaban entre si en apenas una nota.
Los niños tenían que comparar estas canciones por parejas y decidir si sonaban iguales o diferentes pero, sin embargo, no fue la percepción de la duración de las notas lo que condicionaba el éxito de los niños, sino la percepción del "tiempo de subida", es decir, lo que tarda un sonido en alcanzar su máxima intensidad.
Según explican los autores, a la hora de hablar, el tiempo de subida de una sílaba es el tiempo que se necesita para pronunciar la vocal. De este modo, por ejemplo, se considera que las sílabas tónicas tienen más tiempo de subida, siendo por tanto una señal importante que ayuda en la percepción de la regularidad rítmica en el habla.
De este modo, observaron que los niños con dislexia tenían más problemas a la hora de seguir estos ejercicios musicales, incluso cuando se presentaban melodías simples con apenas unas notas de diferencia, lo que pone de manifiesto una fuerte relación entre la capacidad de percibir la estructura métrica de la música y la lectura.
Los investigadores sostienen que la capacidad de percibir la alternancia de sílabas tónicas y átonas es fundamental para distinguir la fonología del lenguaje.
Además, como el ritmo es más evidente en la música que en el lenguaje, sugieren que las intervenciones tempranas basadas en juegos musicales pueden ofrecer beneficios antes insospechados para aprender a leer.