MADRID 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, aseguran que comer patatas fritas, chocolate y dulces puede ser perjudicial para la inteligencia de los niños, cuyo coeficiente intelectual en cambio aumenta cuando mantienen una dieta sana.
Según las conclusiones de un estudio sobre hábitos alimenticios que publica el 'Journal of Epidemiology and Community Health', la mala alimentación durante la infancia puede afectar al desarrollo cerebral en estas edades.
En concreto, estos investigadores analizaron las pautas de consumo de un total de 3.966 niños de entre tres y ocho años, entre los que fueron capaces de distinguir hasta tres tipos de dieta: una con alto contenido en grasas, azúcares y comidas preparadas; otra rica en carne y hortalizas, y una última consistente en un consumo abundante de verduras, frutas y pescado.
Tras someterse a diferentes pruebas de coeficiente intelectual a lo largo del estudio, los investigadores detectaron una relación con la dieta, incluso mayor que la observada con otros factores como la clase social o la duración de la lactancia materna.
De este modo, una dieta con alimentos procesados a los tres años estaba vinculado a un índice de inteligencia ligeramente inferior al de los niños de ocho años, lo que muestra el impacto a largo plazo de una mala alimentación.
La autora del estudio, Pauline Emmett, asegura en declaraciones a la BBC, recogidas por Europa Press, que "el desarrollo del cerebro es mucho más rápido en los primeros años de la infancia".
No obstante, reconoce que "aunque la relación entre la dieta y el coeficiente intelectual era muy fuerte, el impacto es muy pequeño".