MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
Uno de cada tres españoles afirma que el ruido afecta negativamente a su humor y a su estado de ánimo, tal y como ha revelado el 'Estudio sobre el ruido en España', realizado por Gaes y hecho público con motivo del Día Mundial contra el Ruido.
Concretamente, las consecuencias "psicológicas y psíquicas" directas de soportar ruido, tal y como ha matizado la audioprotesista de Gaes Beatriz Villarreal son un aumento de irritabilidad, sensaciones de ansiedad y desamparo y estrés.
Las mujeres situadas en el rango de edad de entre 18 y 34 años son las más afectadas, ya que el 40 por ciento ha afirmado que el ruido influye en su humor. La otra cara de la moneda está compuesta por los hombres mayores, de entre 65 y 74 años, que han declarado que pueden aislarse de ruidos molestos con más facilidad y se ven menos afectados a nivel anímico.
Además, el ruido "afecta a nuestra capacidad de atención y puede provocar trastornos en el aprendizaje y la memoria", ha explicado el director de Audiología y Calidad de Gaes, Francesc Carreño.
En este sentido, el estudio ha encontrado que 7 de cada 10 personas sostienen que les es difícil concentrarse en un entorno con un nivel elevado de ruido, con las consiguientes consecuencias negativas en el entorno laboral y escolar.
Por último, el ruido también influye en la capacidad de conciliar el sueño o provoca insomnio o despertarse múltiples veces durante la noche.
"Si bien se pueden asociar estas perturbaciones a ruidos que superan los decibilios permitidos o ruidos violentos que provocan que la persona se despierte, se ha comprobado que incluso un sonido continuo de 30 decibelios puede perturbar el sueño", ha explicado el director de Audiología y Calidad de Gaes.
Los problemas aparejados en este sentido pueden ir desde la fatiga hasta la disminución de la atención y el estado de alerta.
LOS RUIDOS QUE MÁS AFECTAN Y CÓMO PREVENIRLOS
El estudio también se ha ocupado de identificar qué ruidos son los más molestos para los españoles. El más molesto, según el 67 por ciento de los entrevistados, son las obras de la calle, seguido de las obras de los vecinos, en un 49 por ciento, y el tráfico, tal y como han declarado el 39 por ciento.
En este contexto, Villarreal ha indicado que "vivir en una ciudad" comporta un factor de riesgo "mucho más alto que vivir en las afueras o en un pueblo".
El 46,5 por ciento de los participantes en el estudio considera que la ciudad en la que vive es "muy" o "bastante ruidosa" y un 30 por ciento asegura haber tenido en cuenta el ruido a la hora de elegir una vivienda. En general, España es un país muy ruidoso. "El segundo más ruidoso del mundo, después de Japón", ha añadido la audioprotesista de Gaes.
Por lo tanto, niveles altos de ruido y sostenidos en el tiempo, los que superan el máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que es de 65 decibelios, agravan los problemas descritos y comportan pérdida de audición.
La prevención, pues, resulta fundamental "tanto para preservar nuestra capacidad de audición como para conservar nuestro buen estado de ánimo" ha señalado Francesc Carreño.
Las medidas que pueden llevarse a cabo son, por ejemplo, no tocar el claxon innecesariamente, respetar el límite de decibelios recomendado cuando se organiza una celebración en casa y moderar el tono de voz. "Los españoles tendemos a elevar mucho el tono de voz", ha señalado Villarreal.
Los protectores auditivos constituyen una alternativa cuando no puede hacerse lo anterior. No obstante, su uso está poco extendido en España. Sólo 1 de cada 10 participantes en el estudio de Gaes los utiliza, y lo hace para conciliar el sueño más rápido o para concentrarse a la hora de trabajar o estudiar.
CONCIENCIACIÓN
Gaes ha puesto en marcha una iniciativa nacional que pretende hacer visibles los ruidos excesivos mediante la instalación de sonómetros de grandes dimensiones en la vía pública.
Los sonómetros están compuestos de ruidos que plagan el día a día, como el tráfico, una oficina o una discoteca y pueden escucharse al mismo tiempo en el que muestran los decibelios que alcanzan.
Por ejemplo, la música de una discoteca alcanza los 120 decibelios, que superan en 55 el límite recomendado por la OMS.
La campaña también incluye una iniciativa en redes sociales. Bajo el 'hashtag' #AnteElRuidoNOTeCalles, los usuarios podrán hacer públicos los ruidos molestos a los que están expuestos, así como denunciarlos.