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MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Ir al dentista es, para muchas personas, una experiencia cargada de tensión. No solo por el tratamiento, sino por ese sonido agudo y metálico que parece atravesar la cabeza incluso antes de sentarse en el sillón. Para quienes sufren ansiedad dental, el simple recuerdo del torno puede bastar para retrasar citas, evitar limpiezas rutinarias y vivir con una preocupación constante por su salud bucodental.
POR QUÉ EL TORNO RESULTA TAN INSOPORTABLE
También conocida como odontofobia, impide que las personas se realicen limpiezas regulares y mantengan la higiene dental necesaria, una cuestión que expertos de la Universidad de Osaka (Japón) han decidido abordar a través de taladros dentales más silenciosos.
Cabe tener en cuenta que un aspecto de la ansiedad proviene del sonido del torno dental, que produce un chirrido agudo. Como dentista, Tomomi Yamada, de la Universidad de Osaka ha sido testigo directo de la incomodidad y el miedo en sus pacientes. "Originalmente, estaba investigando sobre materiales dentales, pero me di cuenta de que casi nadie, ni siquiera los dentistas, estaba abordando este problema del sonido científicamente", plantea Yamada.
Yamada, profesor adjunto de la facultad de Odontología de la Universidad de Osaka, presenta su trabajo como parte de la Sexta Reunión Conjunta de la Sociedad Acústica de Estados Unidos y la Sociedad Acústica de Japón, que se realizará del 1 al 5 de diciembre en Honolulu, Estados Unidos.
SUPERCOMPUTADORAS, AERODINÁMICA Y SONIDO: ASÍ INTENTAN REINVENTAR EL TALADRO DENTAL
Para comprender la aerodinámica del taladro, Yamada y sus colaboradores de la Universidad de Osaka, la Universidad de Kobe (Japón) y la Universidad Nacional Cheng Kung (Taiwán) utilizaron la supercomputadora insignia de Japón para realizar simulaciones aeroacústicas a gran escala. Analizaron el flujo de aire interno y externo del taladro dental, que funciona con aire comprimido y gira a unas 320.000 revoluciones por minuto. A partir de estas simulaciones, pudieron visualizar cómo se mueve el aire a través y alrededor del taladro para crear el ruido.
"Nuestra investigación demostró que simplemente reducir el ruido del taladro no basta para que el sonido sea menos desagradable", informa Yamada. "Lo que realmente importa es mejorar la calidad del sonido".
LA TECNOLOGÍA QUE PODRÍA CAMBIAR LA EXPERIENCIA DE MILLONES
Los investigadores también evaluaron los efectos psicológicos del taladro dental, que puede generar sonidos agudos que alcanzan casi los 20 kilohercios, en niños y adultos. Descubrieron que los oyentes más jóvenes reaccionaban de forma diferente al taladro, percibiendo los sonidos como más fuertes y desagradables.
"Esto indica que el miedo de los niños a los ruidos dentales no es solo psicológico, sino también fisiológico", plantea Yamada. "Los niños realmente escuchan estos sonidos de forma diferente, por lo que su miedo al tratamiento dental es una respuesta sensorial genuina, no solo una imaginación".
Para solucionar esto, Yamada y sus colaboradores están trabajando en optimizar la geometría de la cuchilla y el puerto de escape del taladro para minimizar el ruido y mantener el rendimiento. No obstante, para que la industria dental adopte esta nueva tecnología, es clave lograr un equilibrio entre el rendimiento y la seguridad del dispositivo, ya que un taladro más silencioso no necesariamente hará el trabajo.
"En el futuro, esperamos trabajar con fabricantes dentales a través de asociaciones entre la industria y el mundo académico, avanzando hacia la comercialización después de completar las pruebas regulatorias y de durabilidad necesarias", finaliza Yamada.