MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
Todos hemos usado alguna vez el popular aceite de rosa mosqueta para cuidar alguna cicatriz, dado su efecto reparador; o simplemente para hidratar la piel o controlar el envejecimiento de la misma. En definitiva, el uso de la rosa mosqueta entre la población se ha reducido eminentemente al ámbito dermatológico. Sin embargo, una nueva investigación plantea que esta planta podría tener beneficios sobre la obesidad.
En concreto, el estudio ha demostrado que los antioxidantes de la rosa mosqueta tienen propiedades contra dicha enfermedad que podrían ayudar a encontrar alternativas alimentarias a los fármacos actuales para controlar el peso.
El estudio de la Universidad Real Instituto de Tecnología de Melbourne (RMIT), en Australia, dirigido por la doctoranda Manisha Singh, investigó cómo los compuestos antioxidantes (extractos fenólicos) y el ácido orgánico (ácido hidroxicítrico) que se encuentran en la robusta rosa mosqueta ('Hibiscus sabdariffa') podrían inhibir la formación de células adiposas. Cuando el organismo tiene un exceso de ingesta de grasas, estas pueden depositarse en la célula, lo que las convierte en células adiposas llamadas adipocitos.
Los adipocitos son vitales para regular los niveles de energía y azúcar del organismo. Sin embargo, cuando la ingesta de energía supera el gasto, puede hacer que las células adiposas crezcan tanto en tamaño como en número, contribuyendo a la obesidad. Las células madre humanas se trataron por separado con extractos fenólicos y ácido hidroxicítrico antes de convertirlas en células adiposas.
Mientras que las células tratadas con ácido hidroxicítrico no mostraron ningún cambio en el contenido de grasa de los adipocitos, las células tratadas con extractos fenólicos tenían un 95 por ciento menos de grasa en comparación con las células de control.
La investigación de Singh es la primera de este tipo que utiliza células adiposas humanas para comprobar los efectos de los extractos fenólicos y el ácido hidroxicítrico de la rosa mosqueta. El profesor Benu Adhikari, supervisor del doctorado de Singh y miembro del Centro de Investigación e Innovación Alimentaria del RMIT, ha afirmado que los resultados del estudio "podrían influir en la forma de abordar el tratamiento de la obesidad".
Los métodos actuales de tratamiento de la obesidad se centran en cambios en el estilo de vida y en la medicación. Aunque la medicación es eficaz, también puede tener efectos secundarios negativos como la hipertensión o afectar al riñón y al hígado. "Los extractos fenólicos de la rosa mosqueta podrían ayudar a crear un producto alimenticio saludable eficaz para interferir en la formación de células grasas, pero que también evitara los efectos secundarios negativos de algunos medicamentos", explica Adhikari.
UN BLOQUEADOR ENZIMÁTICO NATURAL
El doctor Thilini Thrimawithana, catedrático de la Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud, ha afirmado que existe un interés "creciente" por investigar cómo los compuestos ricos en antioxidantes, llamados polifenoles, podrían algún día ayudar a tratar enfermedades como la obesidad y evitar los efectos secundarios de medicamentos como el Orlistat y la Liraglutida.
Los polifenoles se encuentran en alimentos como las verduras y las frutas. Cuando se consumen, los antioxidantes eliminan la oxidación que se forma en el organismo, lo que puede ayudar a retrasar el envejecimiento y prevenir enfermedades. La investigación de Singh también descubrió que los polifenoles de la rosa mosqueta tenían propiedades inhibidoras de las enzimas digestivas similares a las de algunos medicamentos para el control de la obesidad.
Concretamente, los polifenoles inhiben la enzima digestiva llamada lipasa. Esta enzima ayuda a descomponer las grasas en pequeñas fracciones para que sean absorbidas por el organismo a través del intestino. El exceso de grasas se transforma en células adiposas.
Al inhibir la enzima lipasa, la grasa no puede ser absorbida, por lo que pasa a través del colon como residuo. "Como estos compuestos polifenólicos son de origen vegetal y se pueden consumir, los efectos secundarios deberían ser menores o nulos", afirma Singh.
PRÓXIMOS PASOS
Adhikari, destacado investigador alimentario cuyo interés comenzó como agricultor en Nepal, predice que la rosella o rosa mosqueta desempeñará un papel "más importante" en la industria australiana de alimentos saludables. "Australia tiene el clima perfecto para cultivar la rosella. La planta es robusta, resistente a las enfermedades y no necesita mucho espacio ni agua para crecer", afirma.
Así las cosas, el equipo planea encapsular los extractos fenólicos para utilizarlos en productos alimenticios saludables. Dicen que los extractos podrían convertirse en pequeñas perlas y utilizarse para preparar una bebida refrescante. "Los extractos fenólicos se oxidan con facilidad, por lo que la encapsulación no sólo prolonga su vida útil, sino que nos permite controlar cómo los libera y absorbe el organismo", explica Adhikari. "Si no encapsulamos el extracto, podría descomponerse en el estómago antes de que podamos aprovechar sus beneficios", ha concluido.