MADRID, 18 May. (EDIZIONES) -
La alodinia es un fenómeno que se produce en las personas en las que la cantidad de ataques de migraña se incrementa. Puede aparecer a partir de cuatro días de migraña al mes. Tiene lugar cuando un estímulo que no tendría que ser doloroso sí lo es. Cosas tan cotidianas como una caricia, el peinarse, estirarse del pelo, por ejemplo, se convierten en gestos dolorosos para esa persona a la que le duele la cabeza.
Así nos lo explica el neurólogo y director de la Unidad de Cefaleas del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona Roberto Belvís, que es coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Nos cuenta que hay varios tipos de alodinia, y por ejemplo también se encontrarían la alodinia térmica, es decir, experiencias en las que una persona con migraña siente dolor por temperaturas frías o calientes.
Lo normal es que la alodinia se experimente en zonas de la cabeza, también como la sensación de que una hormiga recorre nuestra cabeza, o que nos tiren de la piel, o nos estiren de la coleta, "sensaciones que no existen", subraya Belvis; si bien en los casos más avanzados puede darse lo que se conoce como 'alodinia extracefálica', que es más infrecuente, y estos fenómenos suceden fuera de la cabeza.
CUANDO EL DOLOR SE CRONIFICA Y EL CEREBRO SE SENSIBILIZA
¿Por qué aparecen la alodinia? ¿Qué significa? El portavoz de la Sociedad Española de Neurología indica que cuando el dolor se cronifica se produce una sensibilización central, en el caso de la migraña cuando ésta se cronifica pueden aparecer la alodinia. "Si la persona tiene muchos ataques de migraña seguidos, son muy frecuentes, su cerebro se sensibiliza y, comiencen también a fallar los tratamientos y ya no sean tan eficaces", remarca este doctor.
Uno de los factores que favorece esa cronificación de la migraña es el estrés, destaca este experto neurólogo y miembro de la Sociedad Española de Neurología, tanto puntual (la muerte de un ser querido, por ejemplo), como mantenido en el tiempo fruto del trabajo, por ejemplo.
"Hay ocasiones, por las razones que sean, en las que se llega tarde a un tratamiento eficaz contra la migraña crónica, de manera que hay más riesgo hay de tener esa sensibilidad central y poco a poco aparecen estas sensaciones, que significan un aviso de que el cerebro se está sensibilizando", afirma.
CUANDO LA MEDICACIÓN NO ES SUFICIENTE
De hecho, reconoce que también hay momentos en los que los analgésicos, los antiinflamatorios, los triptanes (medicamentos específicos para el tratamiento del dolor de la migraña), y los tratamientos preventivos no son lo eficaces que eran en un principio, de forma que el paciente cada vez necesita tomar más medicación, ésta no funciona, y pueden aparecer entonces las sensaciones alodínicas porque el cerebro ya está sensibilizado. "Es entonces cuando se empiezan a emplear como tratamiento el Botox, los anticuerpos monoclonales, bloqueos anestésicos por ejemplo", subraya.
Cifra el doctor Belvís en un 30-70% la frecuencia de alodinia en los pacientes con migraña. Según explica, todo depende de quién haga el estudio porque en Atención Primaria la migraña, por ejemplo, no suele ser crónica; mientras que en las unidades de cefalea avanzadas sí lo son, se trata de casos más graves con episodios mucho más frecuentes, de forma que se llega a alcanzar ese 70% de frecuencia de alodinia entre los pacientes.
MECANISMOS NEUROBIOLÓGICOS IMPLICADOS
Para entender este fenómeno, el doctor Belvis, además, señala que la migraña está vehiculizada por el nervio trigémino, que tiene tres neuronas hasta el cerebro: "La primera neurona es la periférica, que cuando empieza el ataque de migraña es la responsable de que el dolor sea pulsátil, y de que si hay mucho dolor no funcionen analgésicos. La segunda, va del tronco del cerebro al tálamo, y cuando se sensibiliza surgen la alodinia cefálica. Mientras, la tercera neurona, del tálamo a la corteza cerebral, cuando se sensibiliza da lugar a la alodinia extracefálica".
Resalta este especialista que se trata de una cadena, de forma que los pacientes primero, a medida que tienen ataques, son tolerantes a los analgésicos, pero después, con el paso del tiempo estos ataques de migraña pueden aumentar, y es entonces cuando los medicamentos comienzan a no ser tan eficaces, "un fenómeno de tolerancia por sensibilización periférica y si no se pone remedio aparece la alodinia, y la sensibilización central de la segunda neurona".
Pero es que precisa en que, si no se da en estos casos con un buen tratamiento, es cuando puede aparecer la alodinia por sensibilización extracefálica, aunque insiste en que es un fenómeno menos frecuente y "un fenómeno de sensibilización cerebral muy grave", y en pacientes que, por ejemplo, llevan más de 10 años de recorrido a sus espaldas de migraña crónica.
FALTAN UNIDADES DE CEFALEA AVANZADAS EN ESPAÑA
Aquí aprovecha el coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología para lamentar que en España hay pocas unidades de cefalea especializadas, a pesar de suponer una reivindicación al Ministerio de Sanidad desde hace muchos años, y pese a la demanda: "Hemos reclamado al Ministerio de Sanidad un plan estratégico nacional para la migraña. Es la séptima enfermedad más discapacitante, y la segunda más frecuente, y a pesar de todo está ninguneada y parece que sea algo banal; y que se da por cada tres mujeres en un hombre".
Con todo ello, el doctor Belvis reitera en la importancia de trasladar al neurólogo la vivencia de estas experiencias, y urge a poner en marcha tratamientos preventivos en aquellos pacientes que así lo manifiesten para que el cerebro no se sensibilice. "Los tratamientos que hoy en día se emplean para las migrañas episódicas son los llamados 'gepantes', los anticuerpos monoclonales, los bloqueos anestésicos, y el bótox. Si empiezan a verbalizarse en consulta estos fenómenos de alodinia hay que abordar la terapia, además, con un tratamiento preventivo".