MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
La exposición al alcohol antes del nacimiento podría impedir el flujo sanguíneo renal en la edad adulta y aumentar los problemas neurológicos causados por un derrame cerebral, según ha detectado un estudio en animales presentado en la Conferencia Internacional del Ictus 2016, de la Asociación Americana del Ictus.
Un equipo de investigadores del 'Texas A & M Health Science Center' administraron etanol a seis ratones hembra embarazadas dos veces al día durante cuatro días, desde el día 12 de gestación al 15, y dieron agua a otros seis ratones hembra gestantes. A los 12 días de gestación, los ratones estaban en una etapa del embarazo comparable a finales del primer trimestre en los seres humanos, según los investigadores.
Mediante el uso de pruebas de ultrasonido, el equipo midió el flujo sanguíneo tanto en la descendencia masculina como femenina de los ratones a los 3 meses de edad, un periodo equivalente a la edad adulta en los seres humanos. Análisis de flujo de sangre mostró evidencia de un aumento de la resistencia arterial dentro de los riñones --un signo de una posible hipertensión renal de inicio temprano-- en la descendencia masculina que fue expuesta al alcohol antes de nacer.
Entonces, los investigadores evaluaron el daño neurológico causado por un accidente cerebrovascular, tanto en la descendencia masculina como femenina, y hallaron mayores niveles de deterioro en las seis hembras y los seis ratones macho que habían estado expuestos al alcohol durante su gestación frente a la docena que no fue expuesta al alcohol.
Las mediciones de la zona de derrame cerebral dañada del cerebro se correlacionaron con las puntuaciones en pruebas neurológicas en las hembras, pero no en los machos, con la exposición fetal al alcohol. "El hallazgo indica que en los ratones expuestos al alcohol antes del nacimiento, el sexo parece jugar algún papel en si el volumen de tejido dañado en el cerebro se correlaciona con el deterioro funcional y neurológica", apunta el investigador principal Shameena Bake, profesor en el 'Texas A & M Health Science Center', en Bryan, Texas, Estados Unidos.
INVESTIGACIONES ANTERIORES
Investigaciones anteriores han demostrado que los niños que han estado expuestos al alcohol durante el desarrollo fetal presentan cambios en la estructura cerebral y el metabolismo, visibles mediante diversas técnicas de imagen. Así, el consumo de esta sustancia por parte de mujeres embarazadas puede causar problemas en el desarrollo mental y físico de sus hijos, conocido como síndrome de alcoholismo fetal.
Concretamente, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) ha alertado de que consumir alcohol durante el embarazo puede provocar en el bebé un trastorno del espectro del síndrome alcohólico fetal (TESAF), un problema bastante frecuente y poco reconocido, que provoca secuelas irreversibles en los niños.