Riesgos de dormir con lentillas y otros malos hábitos que debemos evitar

Despertar, frotando los ojos
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Publicado: sábado, 12 enero 2019 8:14

   MADRID, 12 Ene. (EDIZIONES) -

   Pocas personas que llevan lentes de contacto no han dormido con ellas en alguna ocasión, bien por olvido o por simple dejadez a la hora de quitárselas, sin tener en cuenta las consecuencias que puede reportar.

   No obstante, hay que tener mucho cuidado con ello y retirarse siempre las lentillas antes de dormir, bien sea la siesta o durante toda la noche. Según alerta la Academia Americana de Oftalmología, dormir con lentillas puestas puede aumentar de seis a ocho veces el riesgo de sufrir infecciones oculares. Además, no importa del tipo que sean, si diarias o de un mes, ya que su mal uso perjudica igualmente sea cuales sean. "Miles de personas desarrollan infecciones cada año debido a que no usan, ni cuidan sus lentes de contacto como se les indica", agrega.

   Este organismo norteamericano pone de ejemplo que un hombre de 57 años usó las mismas lentes de contacto durante dos semanas y dormía normalmente con ellas. No las desinfectaba diariamente y terminó en la sala de Urgencias. Tenía dolor y no podía ver bien. Había desarrollado una infección en ambos ojos. Uno ojo respondió al tratamiento pero el otro requirió de cirugía para restaurar la visión.

   El vocal por Madrid de la Sociedad Española de Oftalmología, el doctor José Antonio Gegúndez Fernández alerta en una entrevista en Infosalus sobre el riesgo de que se produzcan infecciones en los ojos por dormir con las lentillas, algunas de estas infecciones muy serias, como la anteriormente mencionada.

   "Durante la noche se resecan los ojos al dormir. Se suelen acumular secreciones que producen los párpados y la conjuntiva, que las lentillas también favorecen, ya que representan un cuerpo extraño para el cuerpo, y dificultan la oxigenación de las células de la superficie ocular. Esto hace que esta superficie se reseque y se pueda agrietar, de forma que podrían penetrar gérmenes y con ello surgir infecciones muy graves", explica el también experto del Hospital Clínico San Carlos.

   Además, el experto también del Hospital Quironsalud La Luz de Madrid alerta de que por la noche si dormimos boca abajo, y lo hacemos con las lentillas, éstas pueden rozar la almohada o las sábanas o mantas, favoreciendo así la producción igualmente de infecciones.

   "Cuando una persona está despierta parpadea y puede hacerlo con mucha frecuencia, entre 6-10 veces por minuto, y de esa manera está renovando la lágrima. En cambio, cuando te quedas dormido y cierras los ojos no parpadeas. Entonces, la lágrima que está ahí se mezcla con la producción de las secreciones que generan otras glándulas de la superficie del ojo, de forma que se reseca el ojo y pueden penetrar en las grietas que surjan gérmenes y dar lugar a infecciones. En cambio, cuando estás despierto el parpadeo existe recambio lagrimal y esto hace que la lentilla flote bien y no haya problemas. Esto durante la noche no es así", remarca.

   En este sentido, Gegúndez aconseja no utilizar las lentillas más de 8 horas al día. Sobre todo por la noche, momento en el que se reseca más el ojo, y se acumulan las secreciones, que resecan y pueden dañar al ojo abriendo la puerta a posibles infecciones, que algunas de ellas pueden ser graves, especialmente si son corneales, como úlceras severas, que pueden incluso dar lugar a la perdida de visión permanente.

   Eso sí, el oftalmólogo reconoce que, antes de nada, lo primero que hay que hacer siempre es acudir al especialista para que nos indique si realmente podemos ser usuarios de lentillas, ya que hay personas que presentan ciertos factores de riesgo o condiciones que impiden su uso correcto, como blefaritis o ojo seco, por ejemplo, y que las tolerarán peor.

   En segundo lugar, una vez que se indican las lentillas con su graduación adecuada pide comenzar a usarlas con sentido común. Según advierte el experto de la Sociedad Española de Oftalmología, cuantos más años tienes se toleran peor las lentes de contacto porque el ojo experimenta lo que se conoce como 'síndrome de ojo seco'.

   Es importante también dentro de la higiene de las mismas y de su mantenimiento, cuando uno se las va a poner y quitar hacerlo con las manos limpias, según resalta. Otra recomendación es jamás ducharse o bañarse o en un medio líquido con lentillas puestas porque el agua puede estar contaminada con un germen muy agresivo para la córnea, y cuando hay infecciones por 'acanthamoeba' se producen secuelas graves.

   A su vez, considera que siempre hay que emplear los líquidos de conservación adecuados y, si se trata de lentillas de uso diario, sólo hay que emplearlas un día, y no más de uno como suele hacerse para ahorrar, puesto que están preparadas para mantenerse en correctas condiciones unas 24 horas y no se deben usar más tiempo.