MADRID 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
El auge de las motos acuáticas ha hecho que se multipliquen los accidentes durante la práctica de este deporte, con el resultado de traumatismos craneoencefálicos, lesiones en la columna vertebral, fracturas de todo tipo y hasta ahogamiento en los casos más extremos, según han advertido expertos de la Universidad Europea.
El atractivo de las motos de agua radica en la combinación de velocidad, adrenalina y la posibilidad de disfrutar del mar de una forma emocionante. Las ventas se han disparado un 30 por ciento desde 2020, según la Asociación Española de Deportes Acuáticos, pero también los accidentes están creciendo y lo hacen, además, en mayor proporción.
En concreto, la Dirección General de la Marina Mercante informó el verano pasado de que los accidentes relacionados con motos acuáticas habían aumentado un 35 por ciento y los especialistas han alertado de que "nada hace pensar que este vaya a ser muy diferente".
El profesor de Fisioterapia Carlos Alberto Villarón, de la Universidad Europea de Valencia, ha resaltado que "el problema es que las consecuencias son fatales en muchos casos". Entre los riesgos más frecuentes, se encuentran los traumatismos craneoencefálicos o las lesiones en la columna vertebral, que pueden provocar parálisis o incluso la muerte. También las fracturas de huesos, igual que las laceraciones y contusiones causadas por el impacto con el agua o la propia moto, pueden resultar muy graves. Además, ha advertido sobre los ahogamientos, que se producen normalmente en condiciones de grandes olas o fuertes corrientes.
Por todo ello, la seguridad debería ser siempre la máxima prioridad a la hora de disfrutar de un buen rato a bordo de una moto náutica. El experto ha enumerado una serie de recomendaciones, como "ser consciente de los propios límites y habilidades, conocer las condiciones meteorológicas y del mar, utilizar el equipo de protección adecuado y seguir siempre las indicaciones de los instructores o socorristas. Al final, se trata de practicar esta actividad en lugares seguros y con supervisión y a ser posible acompañado, sobre todo si no se tiene mucha experiencia".
Además de las motos de agua, Villarón ha alertado de los peligros de otros deportes acuáticos, como el surf, el kitesurf o el windsurf, "en los que las olas, las corrientes y la fuerza del viento unidas a la dureza de la tabla, pueden causar fracturas, contusiones y dislocaciones".
En este sentido, ha advertido acerca de las caídas a gran velocidad y los golpes con la superficie del agua que se pueden producir al practicar esquí acuático y que pueden ocasionar traumatismos craneoencefálicos o lesiones en la columna vertebral. Asimismo, en el buceo, los errores en el equipo, la descompresión inadecuada y la falta de oxígeno representan algunos de los peligros más graves, ha explicado.
En conclusión, los deportes acuáticos ofrecen una excelente forma de disfrutar del verano y mantenerse en forma, pero es crucial hacerlo con responsabilidad y precaución.