El 58% de niños con TEA se sienten desplazados y excluidos
BARCELONA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona ha realizado un estudio, llamado Epined, que concluye que el riesgo de sufrir acoso escolar y exclusión social puede triplicarse en niños con trastorno del espectro autista (TEA) y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDHA), ha informado este miércoles en un comunicado.
El estudio, publicado en National Institutes of Health, ha analizado la prevalencia del autismo y del TDHA en niños escolarizados en la provincia de Tarragona y cómo estos trastornos afectan a sus relaciones sociales.
Las investigadoras han cribado más de 7.000 alumnos de Infantil 4 y quinto de educación primaria y el resultado del proceso ha sido una muestra representativa de 700 niños: el 1,5% de ellos tenían TEA y el 5% estaban diagnosticados de TDAH.
ÍNDICE DE PERCEPCIÓN DE ACOSO
Tras detectar los 700 casos individualmente y entrevistar a los niños y sus familias, han detectado que un 35% de los niños con TDAH aseguran sufrir algún tipo de acoso, aislamiento o exclusión social, frente al índice de percepción de acoso del 18% de los niños sin ningún trastorno.
La investigadora de la URV, Núria Voltas, ha dicho que "este fenómeno se agrava en los niños que presentan TDAH de tipo combinado, es decir, con todos los síntomas típicos: déficit de atención, hiperactividad e impulsividad".
Los niños con TEA muestran dificultades en la interacción y comunicación social, así como problemas de conducta, y el 58% de los entrevistados han afirmado sentirse desplazados y excluidos en el entorno escolar.
CONSECUENCIAS DEL 'BULLYING'
La investigadora de la URV Fina Canals ha explicado que los niños con autismo "quieren relacionarse, pero no saben cómo y, en el caso de los niños con TDAH, son tan movidos e intensos que el trastorno influye en su relación con los otros".
Canals ha advertido que el 'bullying' tiene consecuencias a largo plazo y aumenta el miedo hacia las relaciones sociales, y que los niños con TEA o TDAH que se sienten victimizados presentan en la adolescencia y en la etapa adulta índices "muy elevados" de trastornos de salud mental y de riesgo de suicidio.
