El riesgo de muerte cardiovascular se puede reducir bailando

Una pareja bailando una sevillana en Huelva.
DENIS DOYLE
Publicado: miércoles, 9 marzo 2016 17:23

   NUEVA YORK, 9 Mar. (Reuters/EP) -

   Investigadores de la Western Sydney University, en Australia, han comprobado que el baile, al igual que una actividad física moderada como caminar, puede asociarse a un menor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, según los resultados publicados en la revista 'American Journal of Preventive Medicine'.

   "No es de extrañar teniendo en cuenta que la actividad física de intensidad moderada tenga un efecto protector contra la mortalidad por enfermedad cardiovascular", ha reconocido Dafna Merom, autora del estudio.

   Merom y su equipo analizaron 11 estudios poblacionales realizados en Reino Unido entre 1995 y 2007 que incluyeron a un total de 48.000 adultos de más de 40 años que, al inicio del estudio, no presentaban una enfermedad cardiaca.

   En las encuestas completadas por los participantes se les preguntaba entre otras cuestiones por la frecuencia, duración e intensidad de sus bailes y paseos durante las cuatro semanas previas, y se compararon los resultados con los registros nacionales de fallecidos para ver cuántos de los participantes fallecieron en el periodo de estudio.

   Sólo alrededor de 3.100 de los 48.000 participantes reconocieron bailar con cierta frecuencia, mientras que hasta dos tercios decían caminar a menudo.

   La gente que bailaba solían ser más jóvenes, presentaban un índice de masa corporal (IMC) más bajo, eran menos propensos a tener enfermedades crónicas y una mayor actividad física que los no bailarines. Asimismo, durante el seguimiento se registraron un total de 1.714 muertes cardiovasculares.

   De este modo, vieron que aquellos que decían bailar o caminar de forma moderada eran menos propensos a fallecer por causas cardiovasculares, incluso teniendo en cuenta la edad, el sexo, el nivel socioeconómico, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el índice de masa corporal, la presencia de una enfermedad crónica, el estrés psicosocial o la actividad física global.

La cantidad mínima recomendada para considerarse una actividad moderada es de 150 minutos a la semana, pero en este análisis no se midió directamente la cantidad que pasaba la gente bailando, ha reconocido Merom.

   "Yo aconsejaría a aquellos que creen que caminar es un poco aburrido o aquellos a los que les gusta fijarse retos, que traten de bailar", ha destacado este experto, que también recuerda otros beneficios que puede tener la danza para el cerebro, ya que "es una actividad altamente coordinada que requiere habilidades y aprendizaje".