MADRID 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares es menor en las personas con obesidad que tienen una predisposición genética a un IMC elevado que en las personas con obesidad influida principalmente por factores ambientales como el estilo de vida, según publican investigadores del Instituto Karolinska (Suecia), en la revista 'eClinicalMedicine'.
En los últimos años se ha producido un aumento mundial de la incidencia del sobrepeso y la obesidad. Casi un tercio de la población mundial vive actualmente con sobrepeso u obesidad.
"La cifra es alarmante, ya que está bien establecido que un IMC elevado en la mediana edad aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y otras afecciones", recuerda Ida Karlsson, profesora adjunta del Departamento de Epidemiología Médica y Bioestadística del Instituto Karolinska.
Sin embargo, según este nuevo estudio, el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares varía mucho entre las personas con obesidad. Los investigadores utilizaron datos de más de 15.000 gemelos del Registro Sueco de Gemelos, recopilando información sobre su IMC y su predisposición genética a un IMC elevado. También utilizaron datos de registros médicos para establecer la incidencia de enfermedades cardiovasculares en este grupo.
Analizando esta información, los investigadores pudieron estudiar cómo influían en el riesgo de enfermedad cardiovascular el sobrepeso y la obesidad como resultado de factores genéticos frente a los ambientales y el estilo de vida.
"La relación entre obesidad y enfermedad cardiovascular era el doble de fuerte en quienes tenían una predisposición genética a un IMC bajo que en quienes padecían obesidad impulsada por factores genéticos", apunta la última autora del estudio, Ida Karlsson.
La doctora Karlsson subraya que un estilo de vida saludable siempre es importante para todos, y que el riesgo de enfermedad cardiovascular era mayor en todas las personas con sobrepeso u obesidad en comparación con las personas con un peso saludable. Sin embargo, los resultados también indican que la obesidad debida principalmente a factores genéticos podría no tener el mismo impacto negativo en la salud que la debida a otros factores, como el estilo de vida.
"La obesidad es una enfermedad común compleja que puede tener muchas causas diferentes --recuerda--. Como está tan estigmatizada, los resultados pueden ayudarnos a comprender que sus efectos sobre la salud difieren de un individuo a otro".
Y añade que, "aunque todos sabemos que hace falta algo más que ejercicio y dieta para combatir la obesidad, sigue habiendo un gran estigma asociado a ella. Creo que se podría ganar mucho si nos centráramos en las causas de la obesidad y en lo que podemos hacer para reducir el riesgo de comorbilidades en cada individuo, en lugar de centrarnos principalmente en el IMC", subraya.
El siguiente paso de la investigación del Karlsson es examinar en qué se diferencian los individuos con sobrepeso y obesidad causados, respectivamente, por factores genéticos y de estilo de vida en cuanto a niveles de glucosa en sangre, colesterol y marcadores de inflamación.