MADRID 14 May. (EUROPA PRESS) -
Independientemente de cuánto hagas ejercicio o cómo de equilibrada sea tu dieta, controlar el peso está más relacionado con el cerebro de lo que podrías pensar. En un estudio publicado en 'Journal of Clinical Investigation', científicos del Centro de Investigación del Hospital de la Universidad de Montreal (CRCHUM, por sus siglas en inglés), en Canadá, muestran en ratones que la proteína de unión a acil-CoA, o ACBP, tiene una influencia directa en las neuronas que permite que los roedores y los humanos mantengan un peso saludable.
En abril de 2015, Thierry Alquier, investigador de CRCHUM y autor principal de este estudio, ya había revelado, junto con su equipo, que esta misma proteína permitía a los astrocitos, células que soportan las funciones neuronales, comunicar variaciones en los ácidos grasos y los lípidos en la sangre a las neuronas. Gracias a esta información esencial, el cerebro puede ajustar la ingesta de alimentos y el gasto de energía y, en última instancia, controlar el peso de su propietario.
"Con colegas del laboratorio NutriNeuro de la Universidad de Burdeos [Francia], ahora mostramos que las neuronas que reducen la ingesta de alimentos, conocidas como neuronas proopiomelanocortinas o neuronas POMC, están en estrecha comunicación con los astrocitos que producen la proteína ACBP en un área específica del cerebro: el núcleo arqueado del hipotálamo", dice Thierry Alquier, profesor asociado de la Universidad de Montreal.
DOS POBLACIONES DE NEURONAS FUNCIONALMENTE OPUESTAS
Esencial para el control de la alimentación y el metabolismo, esta área del hipotálamo contiene dos poblaciones de neuronas con funciones opuestas cuando se activan: la primera lleva a un incremento en la ingesta de alimentos; la segunda --las neuronas POMC, comunes en los animales y los seres humanos-- promueve una reducción de la ingesta de alimentos y un incremento del gasto de energía.
"Las mutaciones genéticas explican entre el 5 y el 10 por ciento de los casos de obesidad --dice Alquier--. Entre estos casos, una gran proporción está relacionada con una interrupción de esta vía neuronal conocida comúnmente como la vía de la melanocortina. Observamos que la eliminación del gen ACBP en los astrocitos del núcleo arqueado promueve la obesidad. En ratones que se modificaron genéticamente para ser obesos, observamos en el laboratorio que inyectarles diariamente ACBP reduce la ingesta de alimentos y la pérdida de peso en el orden del 5 por ciento durante cinco días, un mecanismo que depende de la activación de las neuronas POMC".
Sin embargo, el investigador instó a la precaución en la traducción de este descubrimiento a los humanos, ya que este estudio se encuentra en la etapa de investigación básica y se llevó a cabo en el laboratorio con ratones. Reconocida por la Organización Mundial de la Salud como un problema de salud pública mundial, la obesidad es un factor de riesgo importante para ciertas patologías crónicas, como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, y para los trastornos musculoesqueléticos y la muerte prematura.