MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio innovador realizado por investigadores de la Universidad de Birmingham, la University College de Londres, el Great Ormond Street Hospital y el Birmingham Children's Hospital, todos en Reino Unido, ha revelado pistas importantes sobre lo que impulsa la enfermedad en los niños con artritis.
Las técnicas de vanguardia han permitido a los científicos descubrir por primera vez la arquitectura única de las células y las señales dentro de la articulación a medida que se instala la inflamación.
El nuevo estudio publicado en 'Science Translational Medicine' analiza la artritis en niños, causada por ataques articulares por error del sistema inmunitario. La artritis idiopática juvenil afecta a más de 10.000 niños en el Reino Unido. Provoca inflamación, rigidez y dolor en las articulaciones durante años o décadas, lo que provoca daño articular y discapacidad a largo plazo.
Si bien existen tratamientos para controlar la afección y, en algunos casos, lograr la remisión, no existe cura. Encontrar el tratamiento adecuado para cada persona puede llevar tiempo. Los tratamientos no funcionan de la misma manera en todos los niños, lo que sugiere que existen diferencias ocultas entre individuos que apenas estamos comenzando a comprender.
Profundizar en la comprensión de la comunidad científica y clínica sobre esta afección es vital para encontrar tratamientos más eficaces, y la realización de biopsias en niños pequeños ofrece una nueva vía de avance. Trabajar con familias de niños con artritis abrió las puertas a este estudio, ya que las familias defendieron su potencial y coincidieron en que el procedimiento sería aceptable para ellas, especialmente en comparación con vivir con una enfermedad inflamatoria crónica.
Por primera vez a nivel mundial, se recogieron diminutas muestras de tejido del revestimiento articular cuando se inyectaban medicamentos a niños. Estas muestras se analizaron posteriormente con tecnologías avanzadas de imagenología y perfil genético. Los mapas de alta resolución de las articulaciones revelaron diferencias entre niños de distintas edades y cambios celulares en aquellos con una enfermedad más grave.
Estas huellas celulares únicas podrían ayudar a los investigadores a comprender por qué algunos medicamentos funcionan mejor en algunos niños y no en otros. Las articulaciones de los niños con artritis presentaban una apariencia significativamente diferente a la de los adultos, lo que demuestra la necesidad de comprender mejor la artritis en niños.
El profesor Adam Croft, profesor de Reumatología en la Universidad de Birmingham e investigador principal del estudio, asegura: "Sabemos lo frustrante que puede ser para las familias y los jóvenes encontrar el medicamento más eficaz para la artritis. Encontrar maneras de predecir mejor qué medicamentos serán beneficiosos para un niño en particular nos permitiría tratar la enfermedad con mayor rapidez y eficacia. Para lograr este objetivo, primero necesitábamos comprender qué células componen el revestimiento de la articulación donde se produce la inflamación".
"Con ese conocimiento, ahora podemos afrontar el siguiente reto: determinar cómo estas huellas celulares en el tejido articular pueden ayudarnos a predecir qué fármaco funcionará mejor, garantizando así la administración del fármaco adecuado al niño adecuado en la etapa correcta de su enfermedad", concluyen los investigadores.