MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
La inversión total en tecnologías de la información en el sector sanitario europeo alcanzará los 18.470 millones de euros en 2022, lo que supondrá un aumento del 2,6 por ciento en los próximos cinco años, según recoge un informe elaborado por la compañía de análisis y consultoría IDC Research.
De esta forma, según ha expuesto en un encuentro con periodistas el director de Análisis de la empresa, José Antonio Cano, la seguridad, los dispositivos y el conocimiento del paciente son aquellas áreas tecnológicas que experimentarán crecimientos más significativos en ese periodo, en el que influirán avances médicos como la robótica, la nube, el Internet de las Cosas o el Big Data.
"Estamos, en general, en un momento muy incipiente en la incorporación de la tecnología a la salud, más allá de grandes inversiones que se están haciendo como, por ejemplo, la incorporación de robots en cirugías, principalmente relacioniadas con la oncología", ha resumido Cano sobre la situación tecnológica del sector.
En el contexto actual, IDC Research apunta a tres factores a conjugar para que la incorporación de estos aspectos tecnológicos llegue a buen puerto, a saber las "reformas necesarias" en el sistema de salud, los citados avances médicos y las "nuevas" presiones demográficas y económicas (como el envejecimiento de la población en toda Europa Occidental). "Conjugarlos será necesario para sacar todo el potencial a las nuevas tecnologías", ha indicado.
Como conclusiones genéricas, Cano ha resaltado que la inversión en seguridad, cumplimiento normativo y eficiencia operacional son las "principales prioridades" de inversión para los proveedores de salud, mientras que la interacción del paciente a través de experiencias digitales es el principal reto a desarrollar especialmente intenso en los hospitales. "Es necesario orquestar y gestionar las diferentes infraestructuras y servicios de tecnología de la información para garantizar una correcta gestión del dato del paciente", ha valorado.
RETOS TECNOLÓGICOS DEL SECTOR
Para contextualizar ese "viaje digital" que debe realizar la sanidad, Cano ha apuntado a cinco principales retos para la adopción de este nuevo modelo de salud. El primero es mejorar la interacción del paciente a través de experiencias digitales, algo que "va más allá de tener una 'app' en teléfonos móviles', sino de integrar tecnologías".
En este punto se conecta con el segundo reto, que califica como "ecosistema conectado". "En el año 2020, el 25 por ciento de todos los datos sobre diagnóstico clínico lo prporcionarán los propios usuarios, a través de dispositivos 'wearables' o el Internet de las Cosas", ha señalado. Por ello, desde IDC consideran que en este nuevo ecosistema las organizaciones sanitarias deben ser capaces de integrar información externa, que le otorgue de forma indirecta el paciente y, al mismo tiempo, gestionar de forma coordinada sus datos internos y procesos.
"En el 2019, más del 50 por ciento de las organizaciones de salud dedicarán recursos para apoyar el acceso, intercambio y análisis de la evidencia del mundo real para su uso en sus organizaciones", ha explicado Cano sobre el tercer reto del sector: incorporar la analítica avanzada. En este sentido, el informe recoge que el mercado español hasta un 33 por ciento en este apartado, desde los 5,9 millones del año pasado a los 18,6 en 2021.
SEGURIDAD Y NUEVO REGLAMENTO DE PROTECCIÓN DE DATOS
Sobre cómo afectará al sector el nuevo Reglamento General de Protección de Datos Europeo (GDPR, por sus siglas en inglés), IDC considera que "se necesita un nuevo enfoque para la gobernabilidad de la información, equilibrar el valor de información de necesidad de apalancamiento para apoyar nuevos modelos de negocios y reducir el riesgo de incumplimiento".
En este contexto, Cano ha insistido en que se debe "garantizar" la privacidad de los datos de los usuarios recolectados a través de estas nuevas tecnologías y dispositivos, a través de la protección desde el diseño, la notificación de posibles filtraciones en solo 72 horas, el establecimiento de un delegado de protección de datos o nuevos códigos de conducta.
Todo ello, ha recordado de nuevo, para mantener la "confianza que tiene el paciente en el sistema sanitario". Las prioridades de negocio de los proveedores de servicios de salud van en este sentido, con el objetivo de "fortalecer capacidades de detección y resiliencia". Por su parte, en hospitales los objetivos son la seguridad de los dispositivos móviles, el cumplimiento del GDPR y evitar la filtración de datos. Así, el documento concluye que en 2021 la inversión en seguridad en Europa será de 300 millones de euros.