MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una investigación internacional liderada por científicos del Instituto de Estudios Evolutivos de la Universidad de Witwaterstrand (Sudáfrica) ha descubierto la evidencia más antigua del cáncer en humanos en los restos óseos de un individuo de hace aproximadamente 1,7 millones de años.
En dos artículos publicados en la revista 'South African Journal of Science' los autores detallan el hallazgo de un osteosarcoma en restos de un hueso de pie detectados en el yacimiento prehistórico de Swartkrans, al noroeste de Johannesburgo. Aunque no han precisado a qué especie exacta pertenece, aseguran que no hay duda de que se trata de un homínido.
Asimismo, en la misma revista también describen el hallazgo de una neoplasia benigna en las vértebras de un niño de la especie 'Australopithecus sediba' en el yacimiento de Malapa, también en Sudáfrica, con casi dos millones de años de antigüedad. Hasta ahora el tumor en homínidos más antiguo se había detectado en Croacia en una costilla de un Neanderthal de unos 120.000 años.
"La medicina moderna tiende a asumir que el cáncer y los tumores humanos son enfermedades causadas por factores ambientales o hábitos de vida actuales, pero nuestros estudios demuestran que el origen de estas enfermedades se remontan a antepasados de hace millones de años", ha destacado Edward Odas, autor principal de la investigación.
El osteosarcoma identificado en este metatarsiano prehistórico es un tumor agresivo que actualmente suele afectar a personas jóvenes y, si no se trata, se caracteriza por una mortalidad prematura.
"Por el estado de su conservación no podemos precisar si pertenece a un adulto o un niño, ni si el cáncer acabó provocando la muerte del individio, pero parece claro que afectó a su capacidad para caminar o correr", ha añadido Bernhard Zipfel, también autor del estudio.
En su estudio los investigadores utilizaron un método conocido como micro-CT (microtomografía computarizada), a través del cual obtuvieron imágenes detalladas del interior del fósil en dos y tres dimensiones que mostraban diferencias de densidad dentro del hueso y proporcionaron vistas del fragmento desde todas las perspectivas.
Además, el investigador Patrick Randolph-Quinney, que también trabaja en la Universidad Central de Lancashire (Reino Unido), reconoce que el hallazgo del tumor benigno en el niño 'Australopithecus sediba' también es "fascinante" ya que se encuentra en la parte posterior del pié, "un lugar extremadamente raro en humanos modernos", y se ha dado en un niño.