MADRID 10 Feb. (OTR/PRESS) -
Las personas que viven en ambientes con altos niveles de ruido derivados del tráfico rodado pueden estar más predispuestas a sufrir un infarto de que las que residen en zonas más tranquilas. Asi lo determina un nuevo estudio del Instituto Karolinska llevado a cabo en Estocolmo, publicado por la revista Epidemiology.
El estudio comparó a 1.571 personas residentes en la capital sueca que habían sufrido un infarto entre 1992 y 1994. Para determinar si el ruido del tráfico en las áreas residenciales incrementaba el riesgo de infrato, se tuvieron en cuenta las direcciones de todos los afectados durante los 20 años anteriores, y el nivel de ruido estimado en cada caso. Asimismo, la exposición al aire contaminado fue registrada y la información sobre factores de riesgo de infarto fue también incluida mediante cuestionarios y entrevistas.
Aparentemente, no existía una correlación clara entre la exposición al ruido y el infarto en el estudio. Sin embargo, una vez que la gente expuesta a otras fuentes de ruido quedó eliminada del estudio, se encontró alrededor de un 40 por ciento más riesgo de infarto en la gente expuesta al ruido del tráfico cuando excedía los 50 decibelios. Esta relación se aplicó independientemente de otros factores de riesgo de infarto, como la exposición al ruido. En el presente estudio, alrededor de un 65 por ciento de los sujetos resultaron expuestos al ruido del tráfico por encima de los 50 decibelios.
No obstante, será necesario realizar nuevas investigaciones para definir una correlación entre el ruido del tráfico y el infario, pero nuestros resultados están apoyados por otros estudios que ya han planteado los efectos cardiovasculares del ruido, tales como los concernientes a una alta presión en la sangre, declaró el profesor Goran Pershagen, que dirigió el estudio. "Las conclusiones deberían ser tenidas en cuenta a la hora de planificar desarrollos urbanísticos", advirtió.