MADRID, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una investigación publicada en el American Journal of Preventive Medicine avisa de que el reparto de la nueva vacuna de la Covid-19 podría reforzar las desigualdades existentes en materia de vacunación infantil a nivel mundial, por lo que los autores piden a las administraciones eliminar esta brecha y asegurar el acceso a la inmunización de los grupos más vulnerables e históricamente marginados.
"Nuestros hallazgos sugieren que, para reducir la desigualdad en la cobertura de la vacunación y suministrarla a tiempo, los agentes sanitarios y los responsables políticos deberían diseñar intervenciones sanitarias que incluyan un enfoque de igualdad", expresa el investigador principal, el doctor Martin K. Mutua, del Centro Africano de Investigación sobre Población y Salud de Nairobi (Kenia). "Debería haber más campañas de sensibilización en las zonas donde viven los más pobres y en las zonas rurales", reclama, y añade que las clínicas de salud móviles con horarios flexibles dirigidas a estas poblaciones podrían ayudar a reducir esta brecha.
Por su parte, los editores invitados de la publicación, Matthew L. Boulton y Abram Wagner, del Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de Michigan (Estados Unidos), afirman que conocer quiénes se vacunan puede ayudar a planear programas específicos para prevenir futuros brotes de enfermedades como la Covid-19. "Sin embargo, no es sólo quién se vacuna, sino cuándo, ya que la puntualidad de la vacuna también importa, y los retrasos en la vacunación dejan a los niños vulnerables a las enfermedades", han afirmado.
Así, han explicado que un análisis realizado sobre los niños del África subsahariana examinó el tiempo vacunación y las desigualdades que se producían según la renta, la educación de la madre y el lugar de residencia, y observaron que más de la mitad de los niños recibieron una o más vacunas con más de un mes de retraso. "La vacunación a tiempo fue sistemáticamente mayor en los hijos de madres con educación, en los hogares más ricos y en las zonas urbanas", informan, haciendo hincapié en que mejorar el acceso y la recepción de vacunas para todos los niños de todas partes es fundamental para alcanzar el objetivo de desarrollo sostenible de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de reducir la mortalidad infantil.
Así, los autores del estudio denuncian que las intervenciones sanitarias suelen seguir un patrón "pro-ricos", pues suelen beneficiar a esta clase social. Sin embargo, añaden, esta situación está cambiando por la creciente atención que se presta a los movimientos de antivacunación, que se asocian con los países de ingresos más altos. La "vacilación en materia de vacunas" es una de las diez principales amenazas para la salud identificadas por la OMS y podría desempeñar un papel más importante en el futuro.
Los editores invitados sugieren que la investigación publicada en este suplemento puede informar los debates actuales y futuros sobre la equidad mundial en materia de vacunas y contribuir al logro de la visión de la OMS de un mundo en el que todos puedan beneficiarse de las vacunas para mejorar la salud y el bienestar.