MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación ha comprobado que una sencilla rutina de alternar estar sentado y ponerse de pie en el trabajo de oficina puede aumentar la productividad al reducir significativamente el dolor lumbar, incrementar la concentración y reducir el estrés en empleados con trabajos sedentarios.
Aunque el estudio dirigido por la Universidad de Griffith (Australia) se centró en personas con dolor lumbar reciente, la proporción recomendada de 30 minutos sentado seguidos de 15 minutos de pie (30:15) podría beneficiar a todos los trabajadores de oficina al mejorar la concentración, reducir el estrés y fomentar patrones de movimiento regulares durante todo el día.
En colaboración con coautores de la Universidad de Queensland, el estudio, publicado en la revista 'Applied Ergonomics', comparó la efectividad de una proporción prescrita de 30:15 entre sentarse y estar de pie con un enfoque autoprescrito, donde los individuos elegían una proporción basada en su comodidad o preferencia.
Los participantes eran trabajadores de oficina que habían experimentado dolor lumbar durante el mes anterior al estudio y que ya utilizaban un escritorio de altura regulable.
La doctora Charlotte Brakenridge, autora principal del Centro para el Trabajo, la Organización y el Bienestar, afirma que los participantes que utilizaron la proporción recomendada de 30:15 entre sentarse y estar de pie mostraron mayores reducciones en el peor dolor lumbar que aquellos que utilizaron su propia proporción personalizada.
"Tanto las proporciones prescritas como las autoprescritas fueron efectivas para reducir el dolor lumbar después de tres meses --apunta--. Sin embargo, quienes utilizaron la proporción fija experimentaron mayores reducciones del dolor y reportaron beneficios adicionales como niveles reducidos de estrés y una mejor concentración".
En este sentido, explica que los participantes encontraron que la proporción de 30:15 entre sentarse y estar de pie era fácil de seguir y se adhirieron a ella de manera más consistente que los participantes que usaban la proporción autoprescrita.
"Quienes tenían un horario fijo de 30:15 se adhirieron a él de manera más consistente, lo cual probablemente se deba a la estructura clara y la sensación de rutina que proporcionaba --prosigue--. La adherencia puede explicar el mayor impacto que tuvo la proporción 30:15 en el dolor lumbar. Por el contrario, el enfoque personalizado ofrecía mayor flexibilidad, lo que puede haber dado lugar a una participación menos constante".