MADRID, 2 Ene. (EDIZIONES) -
Arrancamos un año más con la inminente llegada de los Reyes Magos, que suele generar grandes ilusiones en los niños y quebraderos de cabeza entre los padres. A unos porque no tienen fácil encontrar el mejor sitio dónde 'encargar' los regalos, y a otros por no saber dónde poner el límite a la extensa carta que han confeccionado sus hijos.
De hecho, hay quienes se empeñan en que sus majestades sean generosas, quizá en exceso, cuando la verdadera clave está en ayudar al niño a decidirse por algo concreto que le haga mucha ilusión y fomentarla.
En vez de quebrarnos la cabeza en busca del regalo ideal, porque sea más o menos práctico o más o menos didáctico, hay que conseguir convertir la Navidad en un momento mágico que los niños esperen con anhelo, sabiendo incentivar el entusiasmo, no solo durante el mes de diciembre, sino durante el resto del año, asegura la doctora Natalia García Campos, psicóloga del centro Psikids y miembro de Top Doctors.
"Con frecuencia nos encontramos en la consulta casos de niños que, en vez de sujetar una lista de regalos con los ojos llenos de ilusión, están frustrados porque no saben qué pedirse. Están ya tan colmados de regalos materiales, que llegan a ellos sin un motivo concreto, que no son capaces de conectar con la emoción que le corresponde a estas fechas", según ha relatado esta experta.
Ahí es donde entra en juego la labor continua de los padres a la hora de enseñar a sus hijos a valorar el esfuerzo que hay detrás de cada detalle y, cuando lleguen estas fechas, de mantener el misterio y generar el contexto para que la ilusión crezca.
No obstante, la situación varía mucho en función de la edad del niño. Cuando los niños son algo más mayores, si bien hay que seguir alimentando esa emoción, éstos ya cuentan con una madurez que les permite elegir con mayor criterio y que, según la doctora, hay que aprovechar para hacerles partícipes de la realidad económica familiar y transmitirles los valores familiares.
"Los niños son extremadamente inteligentes y es deber de los padres infundirles sensatez, sentimiento social y, en la medida de lo posible y sin llegar transmitirles demasiadas preocupaciones adultas, hacerles entender la realidad familiar", ha explicado.
Además, la edad también marca mucho las características de los regalos que es conveniente encargar y, según los pediatras, para los más pequeños, se pueden establecer unos parámetros básicos sobre el tipo de juguete más adecuado según la edad del niño:
- Los menores de 2 años no necesitan apenas juguetes y los que se regalen deben favorecer la estimulación psicomotriz, la maduración del lenguaje y la sociabilidad.
- Entre los 2 y los 5 años, se recomiendan los juguetes que estimulen la imaginación, la memoria y las habilidades manuales.
- En la etapa escolar, son muy adecuados los juegos que requieren normas y otros jugadores con el fin de desarrollar razonamientos mentales.
- Hay que procurar estimular la lectura a todas las edades.
- Respecto a los juguetes electrónicos, les aportan habilidades que les van a ser muy útiles en el futuro, pero hay que limitar el tiempo empleado en su disfrute.
Para disfrutar de estas fechas, no hay que ajustarse a una guía determinada de cómo y cuánto se debe dar a los niños, ya que siempre habrá fórmulas que se adapten a nuestras circunstancias o consigan justificar nuestras acciones. "Que sea mucho o poco, siempre será relativo, lo que debe imperar es la sensatez", ha concluido García Campos.