MADRID 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Reducir las grasas saturadas y sustituirlas por grasas mono y poliinsaturadas, como las presentes en los aceites y derivados como la margarina, el pescado azul, el aguacate y los frutos secos, contribuye a reducir en un 42 por ciento el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, según se desprende de un estudio publicado en 'Current Opinion in Lipidology'.
Este trabajo destaca que una alimentación cardiosaludable debe ser rica en fibra, incluyendo frutas y verduras, cereales, legumbres y frutos secos, para conseguir un balance positivo de grasas insaturadas frente a las saturadas y trans.
Asimismo, sus autores insisten en que el efecto de los esteroles vegetales y las proteínas provenientes de la soja o las isoflavonas, como las presentes en la gama Flora pro.activ, que cuenta con el aval de la Unión Europea, son fundamentales para mantener una buena salud cardiovascular.
Según aseguran, la aplicación de estas recomendaciones en la alimentación, ha mostrado ser beneficiosa también en el control de la hipertensión y la diabetes.
Los esteroles son ingredientes de origen vegetal presentes en pequeñas cantidades en aceites de semillas (maíz o girasol) en frutas y verduras, legumbres y algunos frutos secos que, según la evidencia científica, actúan reduciendo el colesterol LDL. Según la Unión Europea, su consumo diario reduce entre un 7 y un 10 por ciento el colesterol LDL en dos o tres semanas, en el contexto de una alimentación variada y equilibrada.
No obstante, los expertos advierten de que, a través de una alimentación media, no se consume la suficiente cantidad de esteroles vegetales como para reducir significativamente los niveles de colesterol, por lo que, la incorporación de Flora pro.activ a una alimentación "sana y equilibrada" que incluya frutas y verduras, supone una forma sencilla, cómoda y eficaz de ayudar a la reducción del colesterol.