MADRID 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
Se necesitan urgentemente esfuerzos internacionales concertados para cumplir los objetivos establecidos en el Plan de Acción Mundial sobre el Alcohol (GAAP) 2030 y evitar "consecuencias nefastas" para los países de ingresos bajos y medios, donde los mercados del alcohol se están expandiendo, advierten científicos de la salud en la revista 'BMJ Salud global'.
La falta de progreso en materia de alcohol y salud a raíz de la Estrategia Mundial para Reducir el Uso Nocivo del Alcohol de 2010 impulsó a la 75 Asamblea Mundial de la Salud a iniciar el Plan de Acción Mundial sobre el Alcohol 2022-30 y declarar el alcohol como una prioridad de salud pública, con objetivos establecidos, incluida una reducción del consumo per cápita del 20% para 2030, explican los autores.
El Plan propone que el 70% de los países deberían implementar medidas para reducir la asequibilidad, disponibilidad y/o comercialización del alcohol para esta fecha. Pero pocos países están actuando actualmente en los tres aspectos, señalan los autores.
El Plan define seis áreas de acción clave para los estados miembros de la Asamblea Mundial de la Salud, la Secretaría de la Organización Mundial de la Salud, los socios internacionales, las organizaciones de la sociedad civil y el mundo académico, y estipula roles específicos para cada una de estas partes interesadas.
Las seis áreas de acción comprenden: implementación de estrategias e intervenciones de alto impacto; promoción, concientización y compromiso; asociación, diálogo y coordinación; apoyo técnico y desarrollo de capacidades; sistemas de producción de conocimientos y de información; y movilización de recursos.
Cada uno de ellos incluye medidas para los "operadores económicos" en la producción y el comercio de alcohol, que contienen expectativas claras de la industria en relación con la salud, incluidas varias invitaciones a mejorar las actividades que son menos dañinas para la salud y detener aquellas que son más dañinas.
Pero ninguna de estas invitaciones está respaldada por sanciones o mecanismos de aplicación de la ley, señalan los autores, quienes señalan que se espera que la industria del alcohol, que "anteriormente logró retrasar la adopción de políticas basadas en evidencia en todo el mundo, continúe desafiando la implementación de las medidas incluidas en el plan."
Y el alcohol es una cuestión política complicada, que durante mucho tiempo ha sido objeto de conflictos de intereses interdepartamentales en el gobierno, donde los departamentos de salud a menudo salen perdiendo frente a los de comercio e industria, señalan los autores.
Todo lo cual podría ayudar a explicar por qué, desde la adopción formal del Plan por la Asamblea Mundial de la Salud en 2022, ha habido pocos signos de movimiento por parte de las partes interesadas en las áreas de acción clave, señalan los autores de este artículo.
Asimismo, advierten de que a nivel mundial, no alcanzar el objetivo para 2030 significará que millones más serán condenados a morir innecesariamente porque el mandato de los gobiernos del mundo que actúan juntos en la Asamblea Mundial de la Salud no ha sido respetado por los principales gobiernos actores de una poderosa industria globalizada".
La falta de promoción de alto nivel, que genere una comprensión generalizada de la necesidad de actuar, presagia que es posible que no se cumplan los ambiciosos objetivos. No se puede permitir que esto pase. Aún quedan preguntas difíciles por responder sobre si el principio de "quien contamina paga" se puede aplicar a esta cuestión y cómo hacerlo", concluyen.