MADRID, 10 Abr. (EDIZIONES) -
Desde hace más de una década, la Asociación Americana de Pediatría alerta de que el tiempo de pantalla diario no debe sobrepasar las 2 horas en niños y adolescentes, de entre los 5 y los 17 años. No obstante, son pocos los menores que hoy en día no superan estas cifras, y pasan demasiado tiempo frente a la tele, la 'tablet' o el móvil.
Precisamente, en octubre de 2018 salió publicada la encuesta 'Mi primer dispositivo', elaborada por la empresa de ciberseguridad Norton by Symantec, en la que participaron 7.000 padres de toda Europa y de Oriente Medio, y que advertía sobre este asunto.
En ella, se alertaba de que los niños pasaban más tiempo frente al móvil que jugando en la calle. Concretamente, se constató que los menores españoles de entre 5 y 16 años pasan unas dos horas y media cada día frente a una pantalla de móvil, mientras que sólo una hora diaria jugando en la calle.
"Este incesante desarrollo tecnológico es especialmente preocupante en la infancia y en la adolescencia, ya que una exposición prolongada a algunos de estos dispositivos electrónicos se ha visto asociada a consecuencias negativas en la salud física y psicológica de los menores", alerta en una entrevista con Infosalus el doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y miembro del grupo de investigación EFYPAF (Educación Física y Promoción de la Actividad Física) de la Universidad de Zaragoza, Javier Sevil.
En concreto, este experto, que acaba de publicar una tesis doctoral en la que analiza los comportamientos relacionados con la salud de los menores, apunta a los diferentes riesgos, tanto a nivel físico como psicológico, que puede conllevar el pasar demasiado tiempo frente a las pantallas:
- A nivel físico, alerta de que puede afectar negativamente en una composición corporal desfavorable y riesgo metabólico de los menores. "Este hecho puede deberse a que el uso de pantallas está asociado con la adopción de estilos de vida menos saludables. El uso de estos dispositivos está asociado con una dieta más insana entre los adolescentes, caracterizada por un mayor consumo de bebidas azucaradas, productos ultraprocesados y un menor consumo de frutas y verduras", advierte el experto.
Asimismo, lamenta que un mayor tiempo dedicado a diferentes medios tecnológicos de pantalla se asocia negativamente con la duración del sueño y con un mayor retraso a la hora de acostarse, así como con una menor práctica de la actividad física. "Es decir, el tiempo de pantalla puede reemplazar el tiempo que los niños normalmente utilizarían para dormir y realizar actividad física", remarca Sevil.
- Mientras, a nivel psicológico también avisa de sus consecuencias negativas. "Ese empeoramiento del estilo saludable debido a ese círculo vicioso (mayor tiempo de pantalla, menor duración de sueño y menor práctica de actividad física) podría provocar una menor percepción de bienestar. Asimismo, un uso prolongado con diferentes medios tecnológicos de pantalla puede conllevar una disminución en la comunicación familiar y social (cara a cara), un aislamiento de las situaciones cotidianas de la vida, incrementando la percepción de soledad y aumentando el riesgo de sufrir ansiedad y depresión", señala.
Por otro lado, indica que el uso de redes sociales puede ofrecer "una realidad distorsionada de la vida de otras personas", que pueden hacerte sentir peor en comparación con la vida de dichas personas.
Además, Sevil lamenta que el tiempo que se pasa frente a las pantallas aumenta con la edad y en concreto, según su tesis, los 938 adolescentes que formaron parte del estudio registraron 136 minutos diarios de teléfono móvil entre semana y 216 minutos diarios el fin de semana.
Igualmente, observó que sólo un pequeño porcentaje de adolescentes cumplieron las recomendaciones relativas a la práctica de actividad física (21,4%), situada en al menos 60 minutos de actividad física a una intensidad moderada a vigorosa, según las organizaciones internacionales.
PROPUESTAS PARA REDUCIR EL TIEMPO DE PANTALLAS
Por ello, este especialista en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte aconseja atender a algunas recomendaciones, en base a las evidencias de diferentes estudios, para reducir el tiempo de pantalla en niños y adolescentes:
1.- Que no haya medios tecnológicos en el dormitorio, el instituto o colegio (salvo demanda del profesorado), y durante las comidas.
2.- No utilizar teléfonos móviles, tabletas, ordenadores o consolas una o dos horas antes de irse a dormir para no perjudicar el ciclo de sueño.
3.- Evitar que los niños y adolescentes hagan sus tareas escolares mientras ven la televisión, o utilizan cualquier dispositivo electrónico de manera simultánea.
4.- No usar dispositivos electrónicos para distraer, calmar la ansiedad o comer.
5.- Que el tiempo de pantalla no reemplace el tiempo requerido para dormir, hacer actividad física u otras conductas relacionadas con la salud.
6.- Establecer un horario y un tiempo máximo de uso recreativo de los dispositivos electrónicos.
7.- Bloquear algunas aplicaciones y restringir el uso de determinadas páginas web con un contenido poco educativo.
8.- Actuar con ejemplo como figura paternal o maternal en el uso limitado de medios tecnológicos en su tiempo de ocio.
9.- Promover la práctica de actividad física y deportiva como alternativa al tiempo sedentario de pantalla.