VALNCIA 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, del Hospital Clínico de Valncia, participa en el proyecto europeo 'Rebecca', financiado por el programa de investigación e innovación de la Unión Europea Horizonte 2020, para la investigación de enfermedades crónicas inducidas por el cáncer de mama a partir de datos de múltiples fuentes.
La iniciativa busca aprovechar el potencial de los datos del mundo real para apoyar la investigación clínica y mejorar los flujos de trabajo clínicos existentes.
Rebecca --acrónimo de REsearch on BrEast Cancer induced chronic conditions supported by Causal Analysis of multi-source data--, combinará datos clínicos con datos que describan el comportamiento de los pacientes en la vida real, incluyendo actividad física, hábitos de alimentación y descanso, además de información vinculada a su interacción on line.
Estas nuevas formas de datos del mundo real estarán disponibles gracias al análisis de los datos de los sensores y registros recogidos a través de los dispositivos móviles y portátiles. Nuevos indicadores funcionales y emocionales se elaborarán para cada individuo y se examinará su capacidad para caracterizar el estado y la calidad de vida del paciente.
Rebecca promueve el uso de estos indicadores como herramienta de seguimiento y optimización de la atención al paciente, así como para la obtención de resultados complementarios durante la investigación clínica, explica el Incliva en un comunicado.
PLATAFORMA 360
La plataforma 360 de Rebecca --una combinación de aplicaciones móviles mínimamente intrusivas y no estigmatizantes--, se ofrecerá a personas que han superado cáncer de mama para ayudarlas en su vida cotidiana y mejorar su interacción con los expertos en salud. El mismo sistema será capaz de recoger detalles del estado funcional y emocional de los pacientes durante su participación en campañas de investigación clínica.
La plataforma, que cumple con la preservación y protección de los datos sensibles, se desplegará en siete estudios clínicos con 650 personas en España, Noruega y Suecia y contribuirá a crear futuras directrices y prácticas para el tratamiento poscáncer. Las mejores prácticas resultantes de los estudios se difundirán entre los investigadores, la salud pública y los organismos reguladores de toda Europa.
Los datos recogidos serán procesados por modelos innovadores de análisis causal. Estos se centrarán en la compleja gama de comorbilidades crónicas desarrolladas durante la recuperación del cáncer de mama, con el fin de superar muchas de las limitaciones de los tradicionales ensayos clínicos aleatorizados controlados.
"En la era del internet de las cosas, el bigdata y el machine learning parece que la investigación clínica puede ir más allá de los ensayos clínicos aleatorizados controlados. Las intervenciones del mundo real pueden diferir de las intervenciones idealizadas de los ensayos clínicos aleatorizados controlados.
El seguimiento de los pacientes en sus condiciones de la vida real cierra la brecha", destaca el catedrático de la Universidad Aristóteles de Tesalónica y coordinador del proyecto Rebecca, Anastasios Delopoulos.
Incliva, bajo la coordinación de la doctora Cristina Hernando, como investigadora principal, y los doctores Juan Miguel Cejalvo, María Teresa Martínez y Begoña Bermejo, del Grupo de Investigación de Biología en Cáncer de mama y junto con los doctores Antón Millet, Ana Martínez, Celia Bauset y Antonio Cano, del Servicio de Ginecología, liderará los estudios de intervención para mejorar los resultados de las pacientes a través del uso de datos del mundo real y los ensayos españoles.
En concreto, el instituto realizará el estudio para mejorar la investigación sobre la osteopatía inducida por el tratamiento del cáncer y el estudio de intervención para mejorar la gestión clínica y los resultados de las pacientes a través de la monitorización detallada de Rebecca.
Este último evaluará las mejoras en la calidad de vida informada por las pacientes y la satisfacción con el tratamiento en pacientes con cáncer de mama como resultado de un plan de tratamiento flexible apoyado en los datos del mundo real recogidos por REBECCA, en comparación con la atención estándar.
Además, el organismo valenciano participa activamente en la identificación de las necesidades y los requisitos del sistema, así como en el diseño y la integración del mismo, ofreciendo la perspectiva clínica al proceso. También contribuirá a la creación de modelos de inferencia causal y análisis de datos retrospectivos.
Finalmente, Incliva colaborará en diferentes actividades para la mejora de los flujos de trabajo clínicos y de investigación usando Rebecca.
El proyecto, que finalizará en marzo de 2025, cuenta con un presupuesto de 5,2 millones de euros. El consorcio reúne a 12 socios de siete países europeos y está coordinado por la Universidad Aristóteles de Tesalónica. Durante cuatro años, universidades clínicas y tecnológicas, líderes de la industria, expertos en salud pública y asociaciones de pacientes trabajarán juntos para crear directrices y prácticas para el tratamiento poscáncer.