MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
El entrenamiento con ejercicios de fuerza conduce a mejoras significativas en la fuerza muscular y en la capacidad funcional en pacientes con fibrosis quística (FQ) que presentan insuficiencia pulmonar de leve a moderada, según un ensayo realizado por investigadores del Grupo de Investigación ImFINE de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), junto con el servicio de Neumología del Hospital Universitario Niño Jesús y el Hospital de la Princesa de Madrid.
"La evidencia sobre los programas de entrenamiento de resistencia para la fibrosis quística es limitada y se desconocen los posibles beneficios de la adición de estimulación eléctrica neuromuscular (NMES)", ha explicado la médico especialista en Medicina del Deporte y profesora de la UPM, integrante del Grupo de Investigación en Nutrición, Ejercicio y Estilo de Vida Saludable (ImFINE) de la Universidad, Margarita Pérez Ruiz.
El trabajo consiste en un ensayo aleatorio controlado que tuvo como objetivo evaluar los efectos de un programa de entrenamiento de resistencia supervisado, asociado o no con estimulación eléctrica neuromuscular, sobre la fuerza muscular, la capacidad aeróbica, la función pulmonar y la calidad de vida en niños con FQ que presentan insuficiencia pulmonar de leve a moderada.
Para llevarlo a cabo, los investigadores han contado con un presupuesto aproximado de 20.000 euros, financiado por la Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Neumomadrid y Asisa-UEM.
El ensayo incluyó un total de 27 pacientes con fibrosis quística de edades comprendidas entre los 6 y 17 años, que fueron asignados al azar a tres escenarios distintos: situaciones de control, ejercicio y electroestimulación neuromuscular más ejercicio.
Estos pacientes fueron evaluados al inicio y al final de un programa de ejercicio individualizado de 8 semanas, con sesiones de 60 minutos realizadas 3 días a la semana. Durante el estudio, se midió la función pulmonar de los pacientes, así como su estado cardiorrespiratorio, la capacidad funcional, la calidad de vida y la fuerza muscular.
De esta forma, los investigadores comprobaron que la capacidad funcional presentó diferencias significativas, con un mejor desempeño en los pacientes de los grupos que realizaron ejercicio y los que fueron sometidos a electroestimulación neuromuscular más ejercicio. También presentaron tamaños del efecto grandes y diferencias significativas en relación con la fuerza muscular, en comparación con los pacientes que solo estuvieron sometidos a control.