MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio preliminar sugiere que las personas de raza negra que padecen enfermedades neurológicas autoinmunes, como la esclerosis múltiple (EM) y el trastorno del espectro de la neuromielitis óptica (TNEO), pueden responder de forma diferente a las personas de raza blanca a una terapia común destinada a modular el sistema inmunitario. La investigación se publica este miércoles y se presentará en la 73ª Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología que se celebra virtualmente del 17 al 22 de abril.
Las personas que participaron en este estudio recibieron terapias de infusión anti-CD20, que suelen utilizarse para tratar enfermedades autoinmunes como la EM y el trastorno del espectro de la neuromielitis óptica, que es un trastorno inflamatorio recidivante del nervio óptico, la médula espinal y el cerebro. El objetivo de este tratamiento, denominado terapia de depleción de células B, es destruir las células B en la circulación sanguínea. Los linfocitos B son en parte responsables de las respuestas autoinmunes anormales de los enfermos de EM y NMOSD.
"Aunque investigaciones anteriores han demostrado que este tipo de terapia de infusión es eficaz para las personas con estas enfermedades, también sabemos que las personas de raza negra tienden a tener cursos más graves de EM --explica la autora del estudio, la doctora Llya Kister, de la Facultad de Medicina Grossman de la NYU en Nueva York y miembro de la Academia Americana de Neurología--. Queríamos comparar la rapidez con la que los linfocitos B volvían a aparecer en los negros y en los blancos después del tratamiento".
En el estudio participaron 168 personas, 134 con EM y 32 con trastorno del espectro de la neuromielitis óptica. En el grupo había 61 que se identificaban como negros y 60 que se identificaban como blancos. Las personas recibieron infusiones de los fármacos rituximab u ocrelizumab. Entre cuatro y seis meses después de las infusiones, los negros y los blancos no mostraron diferencias en los niveles de células B que podían medirse en sus muestras de sangre.
Sin embargo, cuando los investigadores observaron los niveles de células B entre seis y 12 meses después de que las personas recibieran sus infusiones de sangre, hubo una diferencia. Dieciséis de 21, o el 76%, de las personas negras tenían niveles detectables de células B, en comparación con cuatro de 12 personas blancas, o el 33,3%.
"Nuestros hallazgos plantean la cuestión de si la misma dosis de terapia puede ser igual de eficaz para todas las personas, y eso podría tener implicaciones en la forma de tratar en el futuro a las personas negras con enfermedades autoinmunes como la EM y el trastorno del espectro de la neuromielitis óptica", apunta Kister.