MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los radiólogos pueden jugar un papel crucial en la identificación de signos de violencia machista, según un estudio publicado en la revista 'Radiology'. En concreto, estos especialistas pueden identificar posibles patrones de lesión relacionados con la violencia y trabajar en estrecha colaboración con los médicos para brindar atención a las víctimas. La violencia machista o violencia de pareja (IPV, por sus siglas en inglés) es un problema social y de salud pública prevenible y grave que afecta a millones de estadounidenses. El término describe daño físico, sexual o psicológico por parte de una pareja o cónyuge actual o anterior a la víctima.
"La radiología ha hecho contribuciones sustanciales a la detección de traumas no accidentales en niños, y la identificación de la violencia pediátrica es un componente esencial de la capacitación de un radiólogo, pero se sabe poco sobre el papel de las imágenes en la detección de la violencia de pareja", afirma el investigador principal del estudio, Bharti Khurana, radiólogo del Hospital Brigham y de Mujeres y profesor asistente de radiología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos. "Las imágenes médicas pueden ofrecer pistas tempranas de IPV según la ubicación y el patrón de las lesiones nuevas y antiguas", añade.
Para el estudio, se revisaron los registros médicos electrónicos de 185 pacientes remitidos por el Departamento de Emergencias (ED) del Hospital Brigham y de la Mujer al programa de apoyo a la violencia de pareja íntima desde enero de 2015 hasta octubre de 2016 y se compararon con un grupo de control de 555 personas emparejadas por sexo. Los pacientes que fueron atendidos en el servicio de urgencias. Se revisaron los informes de todos los exámenes de imágenes de pacientes en los últimos cinco años.
Los científicos descubrieron que casi todas las víctimas de violencia de pareja eran mujeres (96 por ciento). Las víctimas tenían una edad media de 34,2 años. El 37 por ciento eran afroamericanas y el 28 por ciento eran hispanas. Las víctimas de violencia por parte de su pareja, en promedio, se sometieron a aproximadamente cuatro veces más exámenes de imágenes en los cinco años anteriores en comparación con el grupo de control. Las fracturas agudas y los hallazgos obstétricos/ginecológicos, como pérdida del embarazo y restricción del crecimiento intrauterino, se asociaron con de dos a cuatro veces más probabilidades de violencia doméstica.
"Nuestro estudio sugiere que estos hallazgos podrían ser indicativos de violencia por parte de la pareja en el entorno de los factores socioeconómicos específicos identificados en nuestro estudio", explica la autora del trabajo, Elizabeth George, residente principal del Departamento de Radiología del Hospital Brigham y de la Mujer e investigadora clínica en la Escuela de Medicina de Harvard.
TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS O DE ABUSO DE SUSTANCIAS ENTRE LAS VÍCTIMAS
El equipo de investigación descubrió que las víctimas de violencia de pareja tenían más probabilidades de quedarse sin hogar (28 por ciento), tener un historial psiquiátrico (64 por ciento) o tener un trastorno por uso de sustancias (24 por ciento), en comparación con los pacientes que no fueron víctimas. El equipo descubrió que el abuso físico era la forma más común de violencia entre parejas íntimas (84 por ciento), pero que los pacientes también se quejaban de abuso emocional y verbal (44 por ciento). El abuso sexual fue visto en el 15 por ciento de las víctimas.
"Los radiólogos están en una posición única para compartir hallazgos objetivos imparciales por las interacciones con la víctima y el posible abusador --apunta Khurana--. Alentados por los primeros resultados, ahora hemos ampliado el estudio para incluir a colegas de ortopedia, atención primaria, salud de la mujer, trabajo social, legal y otros dos hospitales de Boston: el Hospital General de Massachusetts y el Centro Médico de Boston".
El objetivo final de la investigación, según Khurana, es desarrollar un sistema integrado que use patrones derivados del análisis experto de imágenes clínicas y datos clínicos, detecte y clasifique las lesiones, y avise automáticamente a los médicos clínicos si las lesiones de un paciente tienen un nivel bajo o probabilidad de alto riesgo de ser el resultado de la violencia machista.
En la siguiente fase del estudio, los investigadores planean usar el aprendizaje automático para reconocer los signos de la violencia de pareja y crear un sistema de alerta para una mayor confianza y solidez en los resultados, permitiendo a los proveedores de atención médica iniciar un diálogo con sus pacientes.
"Además, nuestro equipo multidisciplinario diseñará guías de conversación con imágenes médicas para capacitar a los trabajadores sociales y clínicos a fin de que se acerquen a los pacientes que están identificados como en alto riesgo de violencia de pareja y no lo comunican", concluye Khurana.