La quimioterapia podría aumentar la susceptibilidad a enfermedades en futuras generaciones

Archivo - Quimioterapia intravenosa.
Archivo - Quimioterapia intravenosa. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / BRIANAJACKSON - Archivo
Publicado: lunes, 28 noviembre 2022 13:16

MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

Una investigación en ratones dirigida por la Universidad Estatal de Washington (Estados Unidos) ha evidenciado que la ifosfamida, un fármaco común de la quimioterapia, podría acarrear una herencia tóxica para los hijos y nietos de adolescentes supervivientes de cáncer.

El estudio, publicado en la revistsa científica 'iScience', descubrió que las ratas macho que recibieron el fármaco ifosfamida durante la adolescencia tuvieron descendientes y nietos con mayor incidencia de la enfermedad.

Si bien otras investigaciones han demostrado que los tratamientos contra el cáncer pueden aumentar la probabilidad de que los pacientes desarrollen la enfermedad más adelante, este es uno de los primeros estudios que demuestran que la susceptibilidad puede transmitirse a una tercera generación de descendientes no expuestos.

"Los resultados sugieren que si un paciente recibe quimioterapia y luego tiene hijos, sus nietos, e incluso bisnietos, pueden tener una mayor susceptibilidad a la enfermedad debido a la exposición a la quimioterapia de sus antepasados", ha comentado Michael Skinner, autor correspondiente del estudio.

Los investigadores subrayan que los hallazgos no deberían disuadir a los pacientes de cáncer de someterse a la quimioterapia, ya que puede ser un tratamiento muy eficaz. Los fármacos de quimioterapia matan las células cancerosas y evitan que se multipliquen, pero tienen muchos efectos secundarios, ya que afectan a todo el organismo, incluido el sistema reproductivo.

Dadas las implicaciones de este estudio, los investigadores recomiendan que los pacientes con cáncer que planeen tener hijos más adelante tomen precauciones, como recurrir a la criopreservación para congelar el esperma o los óvulos antes de someterse a la quimioterapia.

En el estudio, los investigadores expusieron a un grupo de ratas macho jóvenes a la ifosfamida durante tres días, imitando el tratamiento que podría recibir un adolescente con cáncer. Posteriormente, esas ratas se cruzaron con ratas hembras que no habían sido expuestas al fármaco. Las crías resultantes se volvieron a cruzar con otro grupo de ratas no expuestas.

Las crías de la primera generación tuvieron cierta exposición al fármaco quimioterapéutico, ya que el esperma de sus padres estuvo expuesto, pero los investigadores descubrieron una mayor incidencia de la enfermedad no sólo en la primera generación, sino también en la segunda, que no estuvo expuesta directamente al fármaco.

Aunque había algunas diferencias por generación y sexo, los problemas asociados incluían una mayor incidencia de enfermedades renales y testiculares, así como un retraso en el inicio de la pubertad y una ansiedad anormalmente baja, lo que indica una menor capacidad para evaluar el riesgo.

Los investigadores también analizaron los epigenomas de las ratas, que son procesos moleculares independientes de la secuencia del ADN, pero que influyen en la expresión de los genes, incluyendo su activación o desactivación.

Investigaciones anteriores han demostrado que la exposición a tóxicos, especialmente durante el desarrollo, puede crear cambios epigenéticos que pueden transmitirse a través del esperma y los óvulos.

Los resultados del análisis de los investigadores mostraron cambios epigenéticos en dos generaciones relacionados con la exposición a la quimioterapia de las ratas expuestas originalmente. El hecho de que estos cambios pudieran observarse en la descendencia, que no tuvo una exposición directa al fármaco de quimioterapia, indica que los efectos negativos se transmitieron por herencia epigenética.

Skinner y sus colegas del Instituto de Investigación Infantil de Seattle (Estados Unidos) están trabajando actualmente en un estudio en humanos con antiguos pacientes adolescentes con cáncer para saber más sobre los efectos de la exposición a la quimioterapia en la fertilidad y la susceptibilidad a la enfermedad más adelante en la vida.

"Podríamos determinar si la exposición de una persona tuvo estos cambios epigenéticos que podrían dirigir las enfermedades que va a desarrollar, y lo que potencialmente va a transmitir a sus nietos. Podríamos utilizar la epigenética para ayudar a diagnosticar si van a tener una susceptibilidad a la enfermedad", ha remachado el investigador.

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