Pondrá en marcha una campaña para evitar la exposición de los trabajadores a este material cancerígeno
BILBAO, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El sindicato LAB advirtió hoy de que "la epidemia del amianto está por llegar" y alcanzará su "punto máximo" en 2020, porque las patologías que causa tardan entre 10 y 50 años en aparecer y el período de mayor utilización de este material fueron los años 60, 70 y 80.
En el transcurso de una comparecencia en Bilbao, el sindicato indicó que se estima que anualmente en todo el mundo más de 100.000 personas mueren por enfermedades relacionadas con el amianto, lo que representa más del 54 por ciento de las muertes por cánceres profesionales.
Algunos estudios estiman en 500.000 las muertes que se producirán en Europa en los próximos 30 años, de las cuales entre 40.000 y 55.000 le corresponderían al Estado español. Para el País Vasco y Navarra se prevén entre 6.000 y 10.000 ex trabajadores fallecidos en los próximos 20 años.
Por ello, LAB exige que las autoridades competentes consideren el amianto "no como un problema de salud laboral, sino como un problema de salud pública" y que se establezca la relación entre la importación de amianto y las enfermedades derivadas del mismo.
DETECCIÓN DE PATOLOGÍAS
También reclama el establecimiento de un programa de detección de patologías relacionadas con el amianto en los servicios públicos de salud, con formación específica para los profesionales, registro de las notificaciones de las sospechas de enfermedades profesionales y activaciones de reclamaciones de contingencia.
Otra petición del sindicato es crear un registro de enfermedades derivadas del amianto con criterios epidemiológicos, con la participación de Osasunbidea, Osakidetza, Instituto Navarro de Salud Laboral y Osalan.
En la campaña que el sindicato pondrá en marcha en defensa de la salud y la vida de la clase trabajadora, se realizará un mapa o Inventario de Amianto, para que se localicen los materiales susceptibles de contener amianto y, a partir de ahí, tomar las medidas oportunas para que tanto el personal propio (de mantenimiento u otro), como el subcontratado, no se exponga a sus fibras.
En este marco, también exigirá que se lleve a cabo una "correcta" coordinación de actividades, para que las labores realizadas en instalaciones del cliente no supongan riesgo de amianto. Además, instará a determinar las medidas que se deben adoptar ante el amianto presente en las instalaciones de cada empresa y, si se debe retirar, elaborar un Plan de Trabajo que se deberá cumplir "estrictamente".