MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Europea de Cardiología (ESC) ha lanzado las primeras recomendaciones sobre deportes y actividad física en todos los tipos de enfermedades cardíacas, que publican en línea en el 'European Heart Journal'. Entre otras medidas, recomiendan hasta 150 minutos semanales de ejercicio a los pacientes cardiovasculares.
"Con niveles crecientes de obesidad y estilos de vida sedentarios, promover la actividad física es más crucial ahora que nunca --resalta el profesor Antonio Pelliccia, presidente del Grupo de Trabajo sobre directrices y jefe de cardiología del Instituto de Medicina y Ciencia del Deporte de Italia--. El ejercicio regular no solo previene las enfermedades cardíacas, sino que también reduce la muerte prematura en personas con una enfermedad cardíaca establecida".
"La probabilidad de que el ejercicio provoque un paro cardíaco o un ataque cardíaco es extremadamente baja --añade el profesor Sanjay Sharma, presidente del Grupo de Trabajo sobre directrices y profesor de cardiología deportiva y enfermedades cardíacas hereditarias en St. George's, de la Universidad de Londres--. Las personas que están completamente inactivas y las que tienen una enfermedad cardíaca avanzada deben consultar a su médico antes de comenzar a hacer deporte".
El documento cubre el ejercicio de ocio y los deportes competitivos para personas con enfermedades cardíacas y afecciones que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas como la obesidad y la diabetes.
También se dan consejos sobre el ejercicio durante el embarazo o en entornos especiales como a gran altura, en aguas profundas, en zonas contaminadas y a temperaturas extremas. El documento establece que es poco probable que los humos del tráfico reduzcan los beneficios de la actividad física para la salud del corazón.
Al igual que los adultos sanos de todas las edades, las personas con enfermedades cardíacas deben hacer ejercicio la mayoría de los días, con un total de al menos 150 minutos por semana de ejercicio de intensidad moderada. Intensidad moderada significa aumentar la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria, pero aún así poder mantener una conversación.
Para las personas obesas o que tienen presión arterial alta o diabetes, las pautas recomiendan ejercicio de fortalecimiento de la fuerza (por ejemplo, levantar pesas livianas) al menos tres veces por semana más ejercicio aeróbico moderado o vigoroso, como andar en bicicleta, correr o nadar.
La enfermedad de las arterias coronarias es el tipo más común de enfermedad cardíaca y es causada por la acumulación de depósitos de grasa en las paredes internas de las arterias. Si las arterias se bloquean por completo, esto puede provocar un ataque cardíaco. La mayoría de las personas con enfermedad de las arterias coronarias pueden practicar deportes de competición o de aficionados.
"Las personas con enfermedad de las arterias coronarias de larga duración que deseen hacer ejercicio por primera vez deben consultar a su médico primero --recomienda el profesor Pelliccia--. El objetivo es adaptar la intensidad de la actividad de acuerdo con el riesgo individual de causar un evento agudo como un ataque cardíaco".
Se recomienda la actividad física regular y moderada para prevenir el trastorno del ritmo cardíaco más común, llamado fibrilación auricular. Las personas con fibrilación auricular que toman anticoagulantes para prevenir un accidente cerebrovascular deben evitar los deportes de contacto debido al riesgo de hemorragia.
Además, señalan que las personas con marcapasos tampoco deben desanimarse de practicar deportes (excepto deportes de colisión) debido al dispositivo. Sin embargo, deben adaptar su elección de acuerdo con la enfermedad subyacente.
El profesor Pelliccia señala que cualquier persona que experimente dolor en el pecho durante más de 15 minutos debe llamar a una ambulancia. Y añade: "Si encuentra que el ejercicio le provoca palpitaciones o dificultad para respirar inusual o malestar en el pecho, reduzca su actividad y programe una cita con su profesional de la salud".
Por su parte, el profesor Sharma apunta que "la actividad física es buena para todas las personas con enfermedades cardíacas e incluso pequeñas cantidades son beneficiosas. Esperamos que estas pautas ayuden a los pacientes y sus profesionales de la salud a elegir las mejores y más agradables actividades para ellos", confía.