MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
Crecidos en laboratorio, los organoides cerebrales humanos se cultivan a partir de células madre, se alimentan de caldo nutritivo y sirven como modelo del desarrollo del cerebro humano en miniatura.
Su crecimiento y estructura imitan partes de cerebros reales, lo que permite a los científicos investigar mejor los orígenes y posibles tratamientos de enfermedades neuronales. ¿Pero en qué se parecen a los cerebros humanos reales? ¿Se parecen lo suficiente como para considerarlos personas de pleno derecho?
La cuestión es complicada desde el punto de vista ético y moral, pero investigadores de Japón y Taiwán han propuesto que la óptica jurídica puede ser decisiva para entender la posible personalidad de los organoides cerebrales humanos.
En un artículo publicado en la revista científica 'Journal of Law and Biosciences', los investigadores escriben sus argumentos a favor de un marco jurídico que oriente el debate.
"A menudo se ha debatido el estatus moral de los organoides cerebrales humanos, pero rara vez se ha discutido su estatus legal. Aclarar el estatus legal de los organoides cerebrales humanos aclarará cuestiones como qué información debe darse al donante de células, hasta qué punto el consentimiento del donante justifica la investigación y qué usos son aceptables", ha comentado Tsutomu Sawai, profesor asociado de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Hiroshima (Japón).
Por persona jurídica se entiende cualquier entidad que posea derechos y obligaciones legales; puede ser humana o no. Las personas jurídicas humanas se denominan personas físicas, y se definen por haber nacido de un vientre materno y por poder considerarse legalmente muertas una vez que su corazón o cerebro dejan de funcionar. Las personas jurídicas no humanas se denominan personas jurídicas y pueden incluir corporaciones y organismos gubernamentales.
En su artículo, Sawai y su equipo estudian cómo se aplica a los organoides cerebrales humanos la definición jurídica de persona física o jurídica. En la actualidad, los organoides no cumplen los requisitos básicos de lo que significa ser una persona física, pero la investigación puede colmar las lagunas existentes.
"Aunque los organoides cerebrales humanos no constituyen personas físicas en la actualidad, la posibilidad de que se conviertan en personas físicas en un futuro próximo exige un estudio más exhaustivo antes de que eso ocurra", afirma el primer autor del trabajo, Masanori Kataoka, investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Hiroshima. "
Los científicos esperan que la investigación sobre la vinculación de organoides cerebrales humanos con cuerpos avance rápidamente en los próximos años, mientras que las condiciones de la personalidad natural, especialmente la viabilidad y el nacimiento, son cada vez más flexibles y polémicas.
Los debates anteriores sobre este tema se han centrado casi exclusivamente en la personalidad natural, eclipsando las cuestiones sobre la posible personalidad jurídica de los organoides cerebrales humanos.
Las corporaciones, por ejemplo, se consideran personas jurídicas para que puedan participar en asuntos legales, como la firma de contratos. Según Kataoka, que esto se aplique a los organoides cerebrales humanos dependería de los fines jurídicos que pudiera tener esa consideración, y la cuestión debería estudiarse al margen de si son personas físicas.
"La tecnología actual de organoides cerebrales es en muchos aspectos bastante limitada, y aún no ha alcanzado una fase en la que los organoides cerebrales humanos puedan convertirse en personas físicas o jurídicas. Sin embargo, como hemos subrayado, esta cuestión pronto será urgente una vez que la tecnología de organoides cerebrales se haya desarrollado más. Como preparación para ese momento, es esencial examinar a fondo y con antelación las cuestiones que la acompañan; hemos dado el primer paso en esa dirección", remacha Sawai.