Archivo - Domir mal, insomnio, pesadilla, falta de sueño - YANYONG/ ISTOCK - Archivo
MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
¿Te cuesta dormir y las noches parecen eternas? El insomnio es uno de los trastornos del sueño más comunes en adultos de mediana edad y mayores, y no solo genera cansancio: también puede afectar la memoria, el estado de ánimo y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Para tratarlo, la terapia cognitivo-conductual ayuda a mejorar hábitos de sueño y controlar pensamientos negativos, mientras que los medicamentos se usan de forma temporal. Mantener horarios regulares, evitar cafeína y practicar técnicas de relajación también es clave para recuperar noches reparadoras.
TRATAMIENTOS CLÁSICOS PARA DORMIR MEJOR
El tai chi, una forma de ejercicio mente-cuerpo ampliamente practicado en las comunidades chinas, tiene beneficios similares a la terapia de conversación para personas de mediana edad y mayores con insomnio crónico, según un ensayo de Universidad de Hong Kong (China), publicado por 'The BMJ'.
Estos resultados respaldan el uso del tai chi para el tratamiento a largo plazo del insomnio crónico en adultos de mediana edad y mayores, según los investigadores.
El insomnio crónico es uno de los trastornos del sueño más comunes en adultos de mediana edad y mayores y se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos mentales y deterioro cognitivo. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es el tratamiento preferido para el insomnio crónico, pero el acceso suele estar limitado por los altos costos y la baja disponibilidad de terapeutas.
Estudios anteriores también han demostrado los beneficios del tai chi en adultos de mediana edad y mayores con insomnio, pero faltaban comparaciones directas con tratamientos activos como la TCC. Para abordar esta brecha, los investigadores se propusieron evaluar si el tai chi es comparable ("no inferior") a la terapia cognitivo conductual para el insomnio (TCC-I) para el manejo del insomnio crónico en adultos de mediana edad y mayores.
EL ESTUDIO QUE LO RESPALDA
Sus hallazgos se basan en 200 adultos chinos de 50 años o más diagnosticados con insomnio crónico e inscritos en un centro de investigación en Hong Kong entre mayo de 2020 y julio de 2022. Los participantes podían caminar sin ayuda, no padecían enfermedades crónicas que pudieran afectar el sueño, no realizaban ejercicios aeróbicos o mente-cuerpo con regularidad, no habían recibido tratamiento TCC-I previo y no trabajaban por turnos.
Los participantes fueron asignados aleatoriamente para recibir intervenciones de tai chi o terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I), que consistían en sesiones grupales de una hora dos veces por semana para un total de 24 sesiones.
El índice de gravedad del insomnio (ISI) se utilizó para evaluar el cambio en la gravedad percibida del insomnio inmediatamente después de las intervenciones de 3 meses y en el seguimiento de 12 meses (mes 15) puntuando síntomas como dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido, despertarse demasiado temprano y no poder volver a dormirse, y el impacto en la vida diaria. Se utilizó un umbral ISI de cuatro puntos como margen para evaluar la no inferioridad.
Al inicio del ensayo, ambos grupos presentaron niveles moderados de insomnio. Al tercer mes, el grupo de tai chi mostró una reducción de 6,67 puntos en las puntuaciones del ISI, mientras que el grupo de TCC-I tuvo una reducción de 11,19 puntos, lo que resultó en una diferencia intergrupal de 4,52. Por lo tanto, el tai chi se consideró inferior a la TCC-I al tercer mes, ya que el límite superior de confianza superó el margen de no inferioridad.
Sin embargo, al mes 15, las reducciones en los grupos de tai chi y TCC-I fueron de 9,51 y 10,18, respectivamente, con una diferencia intergrupal de 0,68. En este punto, el tai chi se consideró no inferior a la TCC-I porque el límite superior se encontraba dentro del margen de no inferioridad.
El tai chi y la TCC-I también tuvieron beneficios comparables en los parámetros subjetivos del sueño, la calidad de vida, la salud mental y el nivel de actividad física. No se produjeron efectos adversos durante el período de intervención.
Los autores reconocen que los efectos positivos del tai chi pueden deberse en parte a la práctica continua de los participantes una vez finalizadas las intervenciones y afirman que se necesitan más estudios para determinar si los beneficios del tai chi se pueden aplicar a otros países o regiones con características demográficas diferentes.
Sin embargo, concluyen: "Nuestro estudio apoya al tai chi como un enfoque de tratamiento alternativo para el manejo a largo plazo del insomnio crónico en adultos de mediana edad y mayores".