¿Puede una sola dosis revertir el envejecimiento muscular? Un avance prometedor

Archivo - Masa muscular, brazo, músculo.
Archivo - Masa muscular, brazo, músculo. - STARAS/ ISTOCK - Archivo
Publicado: martes, 17 junio 2025 7:45

   MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Expertos de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) publican en 'Cell Stem Cell', los resultados positivos de un tratamiento de ratones de edad avanzada con un lípido natural, la prostaglandina E2 (PGE2), que logró mejoró la regeneración y la fuerza muscular.

El equipo de investigación también detalla cómo funcionó esta terapia, demostrando que contrarresta los cambios moleculares que ocurren con el envejecimiento de las células madre.

   Como se contextualiza en este trabajo, hay que tener en cuenta que población de los países desarrollados está envejeciendo, y la fragilidad y el debilitamiento asociados se están convirtiendo en graves problemas de salud. Esta pérdida muscular gradual se ve acelerada por la escasa capacidad de reparar daños y lesiones, especialmente tras caídas o cirugías.

   La baja masa muscular en las personas mayores, conocida como sarcopenia, provoca mayor fragilidad y problemas de movimiento. Los pacientes con sarcopenia tienen mayor probabilidad de ser hospitalizados y desarrollar otras comorbilidades, principalmente debido a caídas y fracturas que tienden a causar deterioro de la salud que rápidamente se descontrola.

    "Sabíamos que un factor clave son las células madre musculares, necesarias para reparar el daño muscular. Estas se vuelven disfuncionales con la edad. Hemos estado tratando de comprender en qué se diferencian las células madre envejecidas de las jóvenes y cómo revertir estos cambios", detalla el doctor Yu Xin (Will) Wang, profesor adjunto del Centro de Enfermedades Cardiovasculares y Musculares , el Centro de Ciencias de Datos y el Programa de Metabolismo y Microambiente del Cáncer en Sanford Burnham Prebys.

   Los científicos comenzaron examinando los efectos de la PGE2 y su receptor EP4. Investigaciones previas habían establecido que las señales de la PGE2 durante una lesión muscular activan las células madre musculares para regenerar los músculos de ratones jóvenes. En ratones viejos, el equipo descubrió que la expresión de EP4 en las células madre musculares envejecidas es nula o está reducida a la mitad en comparación con la encontrada en las células madre jóvenes.

    "Los niveles de PGE2 en el músculo también disminuyen con la edad, por lo que observamos una señalización atenuada debido a la reducción tanto del mensajero como del receptor", incide Wang. "La PGE2 es como un despertador que despierta a las células madre y repara el daño. El envejecimiento, en esencia, reduce el volumen de la alarma, y ??las células madre también se han puesto tapones para los oídos".

   Sin embargo, es posible superar los efectos del envejecimiento y restablecer la intensidad de esta sirena celular. Wang y sus colaboradores administraron una forma estable de PGE2 a ratones ancianos tras una lesión muscular y en combinación con ejercicio. Los ratones tratados ganaron más masa muscular y eran más fuertes que los no tratados.

   "Lo que más me sorprende es que una sola dosis de tratamiento sea suficiente para restaurar la función de las células madre musculares, y que el beneficio perdure mucho más allá de la duración del fármaco", cuenta Wang. "Además de generar músculo nuevo, las células madre permanecen en el tejido, donde mantienen el efecto de la PGE2 e infunden al músculo una mayor capacidad de regeneración".

   El estudio reveló que el tratamiento con PGE2 restaura la función de las células madre al modular la actividad de factores de transcripción clave, lo que revirtió muchos de los cambios relacionados con la edad que observaron los investigadores. "Los genes que se regulan positivamente durante el proceso de envejecimiento se regulan negativamente después del tratamiento, y viceversa", cita Wang.

   Además de seguir descubriendo cómo regenerar los músculos y prevenir la sarcopenia y los riesgos de salud asociados, Wang y sus colaboradores planean ampliar su alcance más allá del músculo. "La evidencia sugiere que la PGE2 no actúa únicamente mediante un mecanismo", finaliza Wang.

    "Anteriormente hemos demostrado que la PGE2 también puede beneficiar a la fibra muscular y a las neuronas que inervan el músculo. La PGE2 se ha implicado en el proceso regenerativo y la señalización del intestino, el hígado y otros tejidos, lo que podría abrir un camino para restaurar la capacidad de renovación de otros tejidos envejecidos. El objetivo final es mejorar la calidad de vida de las personas revirtiendo los efectos del envejecimiento".

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