MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
Tener un trabajo de mucho estrés puede estar relacionado con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular o ictus, según un análisis de varios estudios que se publica este miércoles en la edición digital de 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
"Tener una gran cantidad de estrés en el trabajo se ha relacionado con enfermedades del corazón, pero los estudios sobre el estrés laboral y los accidentes cerebrovasculares han mostrado resultados inconsistentes --explica Xu Dingli, de 'Southern Medical University', en Guangzhou, China--. Es posible que los empleos de alto estrés lleven a comportamientos menos saludables, como malos hábitos alimenticios, tabaquismo y falta de ejercicio".
Este meta-análisis se centró en la totalidad de la investigación disponible sobre la tensión laboral y el riesgo de accidente cerebrovascular. Los seis estudios evaluados incluyeron un total de 138.782 participantes que fueron seguidos durante entre tres a 17 años.
Se clasificaron los trabajos en cuatro grupos en función de cuánto control tenían las personas sobre sus trabajos y lo duro que trabajaban o las demandas psicológicas del trabajo, entre las que se incluyen la presión del tiempo, la carga mental y las cargas de coordinación. No se tuvo en cuenta el trabajo físico y el número total de horas trabajadas.
Los empleos pasivos eran aquellos con baja demanda y bajo control, entre los que estaban las funciones de conserjes, mineros y otros trabajadores manuales. Los empleos con baja tensión son aquellos con poca exigencia y alto control, como científicos y arquitectos. Los puestos de trabajo de alto estrés, que tienen altas exigencias y bajo control, se encuentran en la industria de servicios e incluyen camareros y ayudantes de enfermería, por ejemplo.
Los trabajos activos con altas exigencias y mucho control son, por ejemplo, los de los médicos, maestros e ingenieros. En los seis estudios, el porcentaje de personas con empleos de alto estrés varió desde el 11 por ciento al 27 por ciento de los participantes.
El análisis detectó que las personas con empleos de alto estrés tenían un 22 por ciento más riesgo de accidente cerebrovascular que aquellas que poseen empleos de baja tensión. En concreto, las mujeres con empleos de alto estrés registraban un 33 por ciento más de riesgo de accidente cerebrovascular que las mujeres con trabajos de baja tensión.
Las personas con puestos laborales de alto estrés poseían un 58 por ciento más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico que las que están en empleos de baja tensión. Los individuos en puestos de trabajo activos y pasivos no tenían mayor riesgo de accidente cerebrovascular.
El accidente cerebrovascular isquémico, que es el tipo más común de accidente cerebrovascular, es causado por la obstrucción del flujo sanguíneo. Los investigadores calculan que el 4,4 por ciento del riesgo de accidente cerebrovascular se debe a los puestos de trabajo con alto estrés. Para las mujeres, ese número aumentó al 6,5 por ciento.
Las limitaciones de esta investigación fueron que el estrés laboral se midió en un solo punto en el tiempo y que otros factores, como la presión arterial alta o colesterol alto, que influyen en el accidente cerebrovascular, no se ajustaron adecuadamente en los estudios originales.