Psicólogo anima a la sociedad a abrir espacios donde poder hablar "sin miedo" de una pérdida por suicidio

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Archivo - Depresión. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / SEMIH YOLACAN - Archivo
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Publicado: martes, 9 septiembre 2025 17:19

MADRID 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

El investigador de la Clínica Nuestra Señora de La Paz, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios España, el psicólogo Rafael Salomha, animado a la sociedad a abrir espacios "seguros" en los que las personas que han sufrido una pérdida por suicidio puedan expresarse y hablar "sin miedo" a ser juzgado.

"Muchas personas que han pasado por esto coinciden en que, cuando encuentran un lugar seguro donde compartir su dolor, ya sea con otras personas que han vivido lo mismo, con un terapeuta o simplemente con alguien que sabe escuchar, empiezan a respirar un poco mejor", ha señalado.

Según el experto, una persona que pierde a un ser querido por suicidio sufre un impacto emocional enorme, tanto por el dolor de la pérdida, como por la culpa, el estigma y la necesidad de entender qué ha pasado, a lo que se suma la sensación de aislamiento por no encontrar lugares en los que hablar abiertamente de lo sucedido.

Así, Salom ha aconsejado al entorno que acompañe "desde la empatía y el reconocimiento sincero" del dolor. "No se trata de superar, sino de transformar esa culpa, de encontrar una manera de seguir adelante con la pérdida, pero sin que esta lo destruya todo", ha añadido el especialista.

"NO DESEA MORIR, SINO DEJAR DE SUFRIR"

En el marco del Día Internacional de la Prevención del Suicidio, que se conmemora este miércoles, Salom ha detallado que la ideación suicida se desencadena como consecuencia de "un sufrimiento emocional intenso que no se percibe como transitorio ni solucionable". "En algunos casos, la persona no desea morir, sino dejar de sufrir", ha apuntado.

El psicólogo ha indicado que, en 2024, se produjeron 3.846 casos de suicidio en España, lo que supone un 6,6 por ciento menos respecto a 2023 y el primer descenso desde 2019.

A su juicio, esta ligera reducción podría estar relacionada con el impulso de campañas de prevención, una mayor visibilidad del problema, más recursos de apoyo y una creciente concienciación social.

Con todo, ha advertido que la cifra sigue siendo "desoladora" y que hay poblaciones especialmente vulnerables, como los jóvenes, quienes viven en situaciones de aislamiento o exclusión y las personas mayores de 85 años, en las que ha puesto el foco.

"Tradicionalmente se ha vinculado a personas jóvenes, pero vemos que las personas mayores de 85 años aproximadamente se encuentran en una etapa de la vida en la que han sufrido pérdidas importantes (como la pareja), hay un alejamiento de la familia, ven su salud deteriorada, una pérdida de autonomía...lo que genera una sensación de que su vida no tiene ya lugar ni propósito en esta sociedad", ha aseverado.

ARRAIGO SOCIAL

En estos casos, es importante la figura del trabajador social, según ha remarcado la profesional de la Clínica Nuestra Señora de La Paz Nerea Sanz, quien ha incidido en que, para los pacientes con algún trastorno mental o ideación suicida, es clave crear una red que les pueda sostener y contar con un equipo de profesionales en el que poder confiar.

"Los recursos sociales, especialmente en aquellos casos en los que forman parte de un equipo multidisciplinar, están adquiriendo cada vez más importancia tanto en la intervención de la conducta como en la manera de prevenirla", ha señalado.

A este respecto, ha comentado que los trabajadores sociales trabajan en permanente contacto con psiquiatras, psicólogos y enfermeras, entre otros profesionales, para ofrecer un espacio donde el paciente encuentre su lugar y vea cubiertas sus necesidades.

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