MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
La psicóloga de Onelife Center, Anushik Harutyunyan, recuerda que los problemas de salud mental "no desaparecen durante las fiestas navideñas", ya que "parece que entre diciembre y principios de enero las preocupaciones, el malestar y la ansiedad desaparecen por la magia de la Navidad", pero afirma que "no es así".
Según datos de la Confederación Salud Mental España, en la actualidad, casi un 20 por ciento de las personas en España consume psicofármacos, siendo el 73 por ciento de estos a diario. Los más comunes son los ansiolíticos, un 61,9 por ciento, y antidepresivos 47,2 por ciento.
Estos datos, de los que Onelife Center se hace eco, aportan "una idea general del estado de la salud mental en España", añade Harutyunyan. En esta línea, el centro, de la mano de la psicóloga, ha elaborado una serie de recomendaciones para sobrellevar las fiestas navideñas, en los casos en los que se padezca problemas de salud mental.
En primer lugar, la entidad subraya la importancia de comunicar y no enmascarar las emociones, además de rodearse de personas que entiendan y apoyen la situación. No obstante, la psicóloga destaca que, en ocasiones, los familiares y amigos pueden forzar situaciones que evadan la realidad presente.
"En estos casos hay que ser conscientes de sus buenas intenciones y hacerlos entender de forma calmada pero explícita que no es el momento adecuado y que sólo con estar es más que suficiente", añade la psicóloga.
Por otra parte, Onelife Center recuerda que después de estas fechas llega "un año lleno de posibilidades y nuevas metas que cumplir". De esta manera, la psicóloga explica que se debe ampliar el foco de la atención hacia el crecimiento personal "incluso en Navidad".
El centro también señala la importancia de vivir estas fechas como cualquier otra época del año, olvidando los regalos, optando por la dieta habitual o pasando las fechas señaladas fuera de casa y del entorno familiar.
Asimismo, en caso contrario, recuerda respetar a aquellas personas que deciden no involucrarse en fiestas masivas y acompañar a los allegados con paciencia, respeto y empatía.
