MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -
En el contexto de la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU), la responsable del servicio de Psicología Clínica de Olympia QuirónSalud, Gloria Calderón, ha destacado que las oscilaciones anímicas pueden ser un factor determinante en el resultado final de la prueba.
"Es común que los estudiantes experimenten altos niveles de estrés y ansiedad durante el periodo de preparación y durante la realización de la prueba, lo que puede afectar negativamente su capacidad para concentrarse y rendir de manera óptima", asegura la psicóloga.
Las oscilaciones anímicas son un fenómeno común en el ser humano, caracterizado por cambios en el estado de ánimo, que pueden ir desde la euforia y el entusiasmo hasta la ira, la tristeza y la apatía. Estas oscilaciones pueden ser provocadas por diversos factores, afectando al rendimiento académico de los estudiantes.
Como explica la experta, cuando se experimenta una situación de estrés persistente en el tiempo, el organismo comienza a dar señales de desgaste, pudiendo originar cefaleas, problemas gastrointestinales, falta o exceso de apetito, alteración en los patrones de sueño, etc. "No estamos preparados biológicamente para permanecer constantemente en alerta", indica.
En este sentido, durante la preparación de este examen, "la incertidumbre se convierte un enemigo feroz que provoca sentimientos de confusión y falta de confianza sobre si se poseen las competencias necesarias para lograr superar la EvAU y alcanzar la calificación requerida", añade.
Tal y como explica la experta, conforme el estudiante se va adentrando en el proceso, proliferan pensamientos negativos sobre su valía personal y su autoestima sufre altibajos, potenciados por la sensación de soledad que la intensa rutina de estudio genera.
"El contacto social se ve afectado y la persona va perdiendo el interés por las relaciones sociales, dejando de disfrutar de ellas y provocando su aislamiento paulatino. Por este motivo, es frecuente el fenómeno de ausencia, en el que el estudiante parece no estar presente en los momentos de interacción social", matiza Calderón.
Por ello, la psicóloga clínica recomienda tomar medidas para mitigar este impacto negativo, como fomentar un ambiente de apoyo y colaboración en la propia aula, promover técnicas de relajación, fomentar una actividad física y alimentación saludables, pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad, etc.
"Además, estos estudiantes que se preparan para la EvAU tienen la sensación de que nunca estudian lo suficiente, incluso cumpliendo con los objetivos que se han marcado diariamente, generando un elevado nivel de autoexigencia e incapacidad para tolerar la incertidumbre", subraya.
De acuerdo con la especialista, el descontrol de los estados emocionales se convierte en el estado natural del estudiante, provocando en ellos cambios constantes de estado anímico, encontrándose a veces muy motivados y capaces de enfrentarse a todo, y en otras ocasiones con la sensación de hallarse totalmente agotados, muy vulnerables y abocados al fracaso.
"La necesidad de apoyo incondicional, proveniente de las figuras de apoyo, es esencial; no sentirse juzgados, aceptar sus cambios de humor y validar sus emociones convulsas, desde la comprensión y el afecto, les ayudará a abordar con éxito este momento tan adverso de sus vidas", concluye.