Las pruebas de esfuerzo son útiles para conocer el grado de afectación del síndrome de fatiga crónica

Actualizado: viernes, 21 junio 2013 19:17

MADRID 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de investigadores de las universidades Alfonso X el Sabio y la Complutense, ambas en Madrid, han comprobado que las pruebas de esfuerzo facilitan la valoración del grado de afectación de los pacientes diagnosticados de encefalomielitis miálgica, lo que se conoce como síndrome de fatiga crónica.

Este trastorno de origen desconocido y "difícil diagnóstico" se debe a múltiples factores y existen diferentes teorías entre las que se encuentran la infecciosa o la inmunológica. La reducida capacidad para el ejercicio y el empeoramiento tras un esfuerzo son dos de las principales características de esta enfermedad, interfiriendo con las actividades habituales de la vida diaria, según los expertos.

En este sentido, los investigadores buscaron ver la importancia que puede tener el empleo de esta prueba diagnóstica en estos pacientes, "no sólo para ayudar en su clasificación según el grado de afectación, sino también en su seguimiento y valoración tras un tratamiento", ha explicado una de las autoras del estudio, Elena Jiménez.

Esta prueba se utiliza en otras enfermedades de tipo cardiovascular o respiratorio con el mismo fin pero, como ha reconocido esta experta, en el caso de los pacientes con encefalomielitis miálgica "no está considerada".

Entre otros resultados, la investigación aconseja hacer al menos dos pruebas de esfuerzo a los pacientes afectados, con un intervalo de tiempo entre ambas de más de 24 horas para confirmar, junto a otros síntomas asociados, si la persona padece Fatiga Crónica y en qué grado, y otra prueba de carácter periódico para el seguimiento de la enfermedad.

Otro hallazgo importante de la investigación es no encontrar un aumento de la concentración de lactato en sangre en las mujeres afectadas por esta enfermedad tras realizar dos pruebas de esfuerzo consecutivas.

El lactato es un compuesto químico que se produce continuamente en el organismo y sobre todo durante el ejercicio, y aumenta cuando la demanda de energía en los tejidos supera la disponibilidad de oxígeno en sangre.

Sin embargo, en mujeres con fatiga crónica, se ha observado un comportamiento diferente del lactato, por lo que los investigadores aconsejan, por tanto, estudiar el comportamiento de este compuesto en el metabolismo en las pacientes con esta enfermedad.