Una prueba experimental promete predecir los efectos secundarios y la reaparición del cáncer tras la inmunoterapia

Archivo - Las células T trabajan para combatir el cáncer, la inmunoterapia, la terapia con células T car.
Archivo - Las células T trabajan para combatir el cáncer, la inmunoterapia, la terapia con células T car. - ISTOCK/ DESIGN CELLS - Archivo
Publicado: viernes, 30 septiembre 2022 7:06

MADRID 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un único test de investigación tiene el potencial de predecir qué pacientes tratados con inmunoterapias, que aprovechan el sistema inmunitario para atacar a las células cancerosas, tienen más probabilidades de que su cáncer reaparezca o tenga efectos secundarios graves, según un nuevo estudio publicado en línea en la revista 'Clinical Cancer Research'.

La investigación gira en torno al conjunto de proteínas de señalización del sistema inmunitario denominadas anticuerpos que reconocen las bacterias, los virus y los hongos invasores. Estas proteínas de la sangre están diseñadas para adherirse a proteínas bacterianas y víricas específicas e inactivarlas, pero en algunos casos los "autoanticuerpos" también reaccionan a las proteínas "propias" del organismo para causar enfermedades autoinmunes.

Dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (NYU) y su Centro Oncológico Perlmutter, el nuevo estudio generó datos que sugieren que un panel de autoanticuerpos recientemente identificado, si se encuentra en la sangre de los pacientes antes de la inmunoterapia, tiene el potencial de predecir con exactitud si el cáncer de un paciente reaparecerá y si experimentará efectos secundarios autoinmunes debido al propio tratamiento.

Los pacientes del estudio habían recibido inmunoterapia adyuvante, cuyo objetivo es evitar que el cáncer reaparezca tras un tratamiento previo.

Para evitar que las células normales sufran un ataque autoinmune, las células inmunitarias tienen sensores de "punto de control" que las desactivan cuando reciben una señal adecuada. El organismo reconoce los tumores como anormales, pero las células cancerosas secuestran los puntos de control, incluido el receptor de muerte programada 1 (PD-1), para desactivar el ataque inmunitario.

Como un tipo de inmunoterapia, los inhibidores de PD-1 son eficaces contra muchos tipos de cáncer, y se utilizan como terapia adyuvante en pacientes con melanoma resecado. Sin embargo, según los investigadores, algunos pacientes sufren una enfermedad recurrente o graves efectos secundarios relacionados con el tratamiento.

El equipo de investigación se planteó la hipótesis de que ciertos pacientes podrían tener niveles más altos de autoanticuerpos clave antes del tratamiento, pero no los suficientes como para ser detectados como enfermedad autoinmune. Esta susceptibilidad oculta, según su hipótesis, se desencadenaría entonces con los inhibidores de puntos de control para causar mayores efectos secundarios de tipo inmunitario.

En el trabajo actual, el equipo identificó un panel de firmas de autoanticuerpos distintas que podrían predecir los efectos adversos relacionados con el sistema inmunitario tras el tratamiento con dos de los principales inhibidores de puntos de control, nivolumab e ipilimumab, y para la combinación de ambos agentes.

Aunque sus datos respaldan la utilidad predictiva de las puntuaciones de autoanticuerpos al compararlas con los datos de los ensayos clínicos, los investigadores afirman que se necesita más investigación para validar el valor de dicha prueba en la clínica y para comprender mejor la relación entre los autoanticuerpos, la recurrencia y la toxicidad.

"Nuestros resultados muestran que la nueva prueba de investigación, al predecir si un paciente responderá a un tratamiento o experimentará efectos secundarios, tiene el potencial de ayudar a los médicos a hacer recomendaciones de tratamiento más precisas", señala el primer autor del estudio, el doctor Paul Johannet, que en el momento del estudio era becario postdoctoral en el laboratorio del autor principal del estudio, el doctor Iman Osman, catedrático de Dermatología y miembro del Centro Oncológico Perlmutter.

"Con una mayor validación, este panel compuesto podría ayudar a los pacientes a equilibrar mejor las posibilidades de éxito del tratamiento frente a los efectos secundarios graves", añade.

Los investigadores obtuvieron muestras de sangre de más de 950 pacientes inscritos en uno de los dos ensayos controlados aleatorios de fase 3 de inhibidores de puntos de control adyuvantes en pacientes con melanoma avanzado. Los tumores de estos pacientes habían sido extirpados quirúrgicamente y se habían recogido muestras de sangre antes de que recibieran ningún tratamiento.

La nueva prueba emplea un microchip con 20.000 proteínas adheridas en puntos específicos. Cuando un anticuerpo reconoce alguna de las proteínas presentes en una muestra de sangre, esos puntos brillan y la señal se intensifica a medida que aumenta la concentración del anticuerpo.

A partir del panel de autoanticuerpos recién identificado, y mediante el uso de modelos estadísticos, la coautora Judy Zhong, y sus colegas desarrollaron un sistema de predicción basado en la puntuación para cada tratamiento utilizado.

Se comprobó que los pacientes con una puntuación alta de recurrencia de autoanticuerpos presentaban un retorno de la enfermedad más rápido que los que tenían una puntuación más baja, dice Zhong, profesora del Departamento de Salud de la Población y del Departamento de Medicina Ambiental de la Facultad de Medicina Grossman de la NYU.

Del mismo modo, los pacientes con puntuaciones más altas de toxicidad de autoanticuerpos antes del tratamiento eran significativamente más propensos a desarrollar efectos secundarios graves que los que tenían puntuaciones más bajas.

"El hecho de que hayamos identificado 283 señales de autoanticuerpos demuestra que los fenómenos biológicos que subyacen a la recidiva y la toxicidad son complejos y no pueden estar dirigidos por uno o dos biomarcadores", afirma Osman, también director del Grupo Cooperativo Interdisciplinario de Melanoma de NYU Langone Health.

En el futuro, los investigadores planean probar el valor predictivo de las firmas de autoanticuerpos en pacientes con otros tipos de cáncer para los que actualmente está aprobado el uso de inhibidores de puntos de control.

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